¡Al fin un ranking donde estamos bien posicionados!
Cada vez que sale un ranking mundial sobre algún tema que incluye a la Argentina, uno empieza a cruzar los dedos. Que la transparencia, que la pobreza, que esto, que lo otro. Pero esta vez hay un ranking muy selecto donde nuestro país está teniendo un excelente desempeño: es el listado de los países fabricantes de automóviles.
Según datos de 2009, sobre 39 naciones que producen automotores en el planeta, Argentina se encuentra en el puesto 21 y, lo más probable con la tendencia que muestra la industria nacional, es que en el listado que corresponda a 2010, en pleno curso, se coloque un par de escalones más arriba.
A lo largo del año pasado la producción de vehículos en el mundo –incluyendo autos y utilitarios– alcanzó las 60.986.985 unidades. Por primera vez al tope de la producción se puso China, con 13,8 millones de vehículos, el 22,6 por ciento del total de automóviles que se montan en el Planeta.
Con un extraordinario incremento en la producción del ¡48 por ciento!, China desplazó a Japón, quien a la vez en 2006 había relegado a Estados Unidos como el mayor productor global de rodados. Los nipones hicieron 7,9 millones de autos, el 13 por ciento del total, mientras que la maltrecha industria norteamericana ensambló 5,7 millones de autos (casi lo mismo que Brasil), con menos del 10 por ciento del conjunto.
Como se sabe, Argentina también bajó en 2009 –con 512.924 autos– el 14 por ciento con relación a 2008 (el mejor de la historia hasta ahora), pero el dato es que su caída fue menos de la mitad de la que tuvieron los grandes jugadores (excepto China) y que la performance para 2010 y los años sucesivos será arrolladora en ese sentido.
Si nuestro país consigue alcanzar los 600.000 autos este año y le pone la mira al millón de rodados, como reconocen las mismas automotrices que es posible, entonces estaremos ante una verdadera revolución de esa industria. Nostalgiosos del rastrojero y el Falcon, por favor, abstenerse.
El solo hecho de estar entre los 40 productores de automóviles es un motivo de orgullo para la industria. Menos del 10 por ciento de los países del mundo fabrican autos con cierta escala. Chile, por ejemplo, tan exitoso que es en otros campos, jamás pudo avanzar en este y eligió como estrategia la importación. Estar en la mitad de la tabla, ya da para un buen brindis, pero si consigue posicionarse en el lote del millón donde están Inglaterra, Canadá, México e Italia, entonces, habrá que programar festejos.
Además un país que está en condiciones de producir vehículos en escala se supone que tiene conocimientos tecnológicos como para avanzar en cualquier campo de la industria manufacturera que se proponga.