¿Con qué economía se encontrará el próximo presidente?
Según proyecciones privadas, no caerá pero tampoco se espera una recuperación, sino un estancamiento, con mejora del consumo, caída del comercio exterior y un empeoramiento del tipo de cambio real multilateral.
Si el lector de revista Container proyecta para este año una crisis o si apuesta el esperado rebote, tiene que saber que por ahora los economistas no hablan ni de uno ni de lo otro, sino de la continuidad del lento deterioro que sufre la economía argentina desde 2012 en adelante.
¿Cómo llegará la economía al recambio presidencial en diciembre? Pese a que el consumo y la construcción siguen activos, el balance del año puede terminar en estancamiento.
Un reciente informe de Econométrica, la consultora de Mario Brodersohn, proyecta que según los informes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el PIB terminará 2015 con un crecimiento de dos por ciento. Pero según proyecciones privadas, la expansión sería de 0,1 por ciento. Visto desde una perspectiva “positiva”, significa que deja de caer, ya que en 2014 se contrajo 1,9 por ciento según los estudios privados.
El empuje hacia arriba lo dio el consumo, impulsado por el dinero que el Estado vuelca al mercado –la base monetaria crece al 35 por ciento anual– y por la reactivación del financiamiento vías programas oficiales (Ahora 12 o 20 cuotas sin interés de Cordobesa) y ofertas privadas entre los bancos y el retail. En el primer semestre, el consumo aumentó 1,2 por ciento según la consultora Kantar Worldpanel y la serie de la Confederación Empresaria de la Mediana Empresa (Came) completaría el año con una expansión de las ventas minoristas de 1,8 por ciento.
La actividad de la construcción también hizo lo suyo. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (Isac) que elabora el Indec arroja un crecimiento acumulado en el primer semestre de 7,7 por ciento. Econométrica proyecta para todo el año un alza en los despachos de cemento de 7,5 por ciento.

Success and achievement business concept
De hecho, según el informe de esa consultora La PBI estaría creciendo cerca del 0,8 por ciento interanual en el tercer trimestre del año. “El consumo se recuperó con el salario real y el mayor gasto público, en tanto que la construcción llevó el despacho de cemento a un nuevo récord. La cosecha también alcanzó un nuevo récord este año, y la industria no sólo dejó de caer, sino que muestra señales de incremento en el margen. La demanda interna absorbió todo el impacto de la notable caída en las exportaciones”, resalta.
El freno viene por el lado del comercio exterior. Las estimaciones prometen para este año retracciones de 18,2 por ciento en las exportaciones y de 10,8 por ciento en las importaciones, con lo que el saldo comercial crecerá menos de uno por ciento.
Este resultado se daría aún cuando la cosecha 2014-2015 podría volver a alcanzar otro pico récord, en este caso de 118 millones de toneladas según Econométrica.
Un dato clave es qué sucederá con la industria. Para este año también promete frenar la caída del año pasado de cinco por ciento según la consultora Fiel, pero con un avance de sólo 0,6 por ciento, por lo que terminará el año lejos de la recuperación.
Otro dato clave es el dólar, cada vez más difícil de proyectar a medida que se acercan las elecciones presidenciales del 25 de octubre próximo. Para Econométrica, el tipo de cambio oficial con el dólar llegará a diciembre en 10,10 pesos, lo que implicaría una devaluación en 12 meses de 18 por ciento.
Pero lo preocupante es qué sucede con el tipo de cambio real multilateral, que en 2008 estaba en dos puntos y que terminará 2015 en 1,2.
Es que la inflación no llegará a los niveles del año pasado, pero llegará a diciembre con un avance de 24,8 por ciento según las estimaciones de la consultora Graciela Bevaqua, cuando en función del IPCNu del Indec se puede estimar una inflación “oficial” de 14,1 por ciento.
En cuanto a la situación fiscal del sector público nacional, para todo el año Econométrica proyecta un resultado primario neto negativo en cinco por ciento.
De todas maneras, eso no afectaría las reservas del Banco Central, apuntaladas con el swap chino, del cual ya se usaron más de 8.300 millones de dólares de los 11.000 millones disponibles. Así las reservas bajarían en diciembre a 26 mil millones, 17 por ciento menos que en 2014.
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