Revolución verde y alimentos premium
El concepto de producción orgánica no es nuevo; se remonta a mediados del siglo XX y hace referencia a una modalidad productiva donde se respetan principios éticos y sanitarios.
Definición
Alimento orgánico es aquel cuya producción prescinde de agentes artificiales o estímulos químicos y respeta los ciclos naturales. En la producción orgánica –también llamada biológica o ecológica- se prohíbe la utilización de agroquímicos.
Los consumidores de este segmento argumentan razones de salud, protección del medioambiente y bienestar animal. En su gran mayoría manifiestan voluntad de pagar un mayor precio por este tipo de alimentos, pero exigen información completa y veraz sobre las características y elaboración de los productos.
Nacimiento
A fines de los ’40 comenzó a gestarse la “Revolución Verde”, en oposición a la expansión de la industrialización masiva en la agricultura y al abuso en la aplicación de sustancias químicas para combatir plagas e incrementar rindes.
La modificación genética también fue objetada por el movimiento ecologista; hoy es condición fundamental que un producto esté libre de “organismos genéticamente modificados” (OGM) para ser considerado orgánico.
En la mayoría de los países la actividad agrícola orgánica, así como sus productos derivados, está sometida a legislación específica y se exigen certificaciones por parte de organismos competentes.
Requisitos
Las normas que determinan la condición orgánica o “bio” de un producto – sea éste de origen animal o vegetal- son estrictas y comienzan por la tierra. El lote que servirá para alojar cultivos o ganado estará exento de agroquímicos y sus residuos, así como libre de contaminación por metales pesados u otros materiales tóxicogénicos derivados de efluentes industriales. A su vez, el cultivo será tratado y cosechado con mecanismos naturales inocuos. De igual modo, el ganado deberá pastorear en suelos certificados como ecológicos, alimentarse exclusivamente con forrajes orgánicos y no podrá recibir antibióticos ni hormonas.
En crecimiento
Se estima que la producción orgánica creció un 240% entre 2002 y 2011 a nivel global. Por su parte, el mercado estadounidense de alimentos y bebidas ecológicas habrá crecido un 14% entre 2013 y 2018. Según Nutrition Business Journal , en los EEUU las ventas en el canal minorista llegaron a USD29,2 billones en 2012, y aumentaron a USD35 billones en 2014.
En 2015, el mercado británico de orgánicos trepó a GBP 1,95 billones tras registrar un crecimiento anual de 4,9% en los 3 años previos.
En el mismo periodo, la categoría de productos ecológicos de limpieza y belleza creció 21,6%.
TechSci Research sitúa las ventas globales en USD70 billones durante 2015.
Varias fuentes coinciden en una previsión de crecimiento del 16% para el periodo 2012-2020.
Al tope del ranking figuran las hortalizas y frutas frescas, que acaparan el 43% de las ventas; le siguen los lácteos (15%), alimentos envasados (11%), bebidas (11%), panificados (9%), snacks (5%), carnes (res, pescado, aves, 3%) y especias y aderezos (3%).
Legislación
La Unión Europea (UE), Canadá y Japón son los países que más controlan la comercialización de estos productos.
A través del Reglamento 1235/2008, Europa fija las especificaciones para importación. La norma establece que se autorizará el ingreso de alimentos ecológicos provenientes de países cuya legislación sea equivalente a la reglamentación comunitaria. Actualmente gozan de esa ventaja Argentina, Australia, Canadá, Costa Rica, India, Israel, Japón, Nueva Zelanda, Tunez, Suiza y EEUU.
En Argentina, la producción ecológica está regulada por la Ley 25.127 de 1999, siendo SENASA la autoridad competente, a través de la Dirección de Calidad Alimentaria. Este año entró en vigor la Res. 374/2016 que crea el “sistema de producción, comercialización, control y certificación de productos orgánicos”.
Planeta “bio”
Hay 2 millones de productores orgánicos en el mundo. Los países con mayor participación son India (650.000 granjeros ecológicos), Uganda (189.600) y México (169.700).
En la actualidad la producción ecológica abarca unas 43 millones de hectáreas.
El mayor productor es Oceanía (Australia – N. Zelanda) con 16,7 millones de hectáreas; le siguen UE (11 millones); Argentina (3,2 millones) y EEUU (2,2 millones).
Según Organic Monitor, los territorios con mayor proporción de tierras agrícolas dedicadas a producción orgánica en relación con su superficie total son Islas Malvinas (36.3%), en segundo lugar Liechtenstein (31%) y Austria (19.5%).-
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