El “plancito” de Massa amenazado por el dólar
Por Lic. Nancy Villarruel, Economista
¿El Gobierno sigue haciendo lo mismo esperando resultados diferentes?
Nuestro gobierno debe administrar un bien escaso: los dólares. Es escaso porque no los imprimimos acá, es un “bien” que no se produce internamente y cuya oferta en el país depende de factores que la administración no puede manejar, como los precios externos y el clima.
Pero lo que sí puede hacer el Gobierno es generar confianza y, con ello, incidir sobre la demanda. Está fallando en todos los frentes. A pesar de los múltiples cepos, restricciones, limitaciones y trabas para acceder a ellos, el Banco Central no logra retener los pocos dólares que consigue.
Sólo logró captar algo con medidas como el dólar soja 1 y el 2 Logrò administrarlos con el establecimiento de trámites burocráticos para importadores como es el SIRA y con la fijación de distintos cepos para la demanda interna.
Así y todo, a esta altura de enero lleva varias ruedas con saldo vendedor (desacumulando reservas) a un promedio de U$S 40 millones diarios. ¿Cómo se maneja esa situación? los importadores podrían ayudarme con esta respuesta: controlando discrecionalmente las autorizaciones para importar.
Es una decisión que se toma diariamente, casi hora a hora. Si el agro liquida, puede liberar autorizaciones para pagar importaciones, de otra forma, los pedidos se traban en los bancos o en Aduana.
¿Cómo conseguir mayores liquidaciones del agro? Allí es donde entra a tallar la confianza que genera la cúpula política del Gobierno. Como no hay hoja de ruta, hay que mirar por el espejo retrovisor para tratar de adivinar lo que sigue. Por qué un exportador decidiría liquidar a un dólar oficial de $185 / $190 si el mercado ya está apostando a que se viene el dólar soja 3.0 que les permitiría liquidar a un tipo de cambio 30-40% más alto?
A esta altura, los importadores casi son “socios” de la gente de campo. Cuando uno gana, suben las probabilidades de que el otro también lo haga. El problema es que ambos dependen de una administración que maneja políticas erráticas, que está dispersa en temas electorales o en internas políticas.
Mientras tanto, toda la economía cruje y ya vamos por el tercer mes consecutivo de caída del nivel de actividad. Con una inflación persistente y un clima adverso para la producción agrícola, las restricciones a la demanda privada (cepos) están lejos de levantarse, por lo que está prácticamente asegurado que la contracción de la actividad se extienda en los próximos meses. Estancamiento+inflación. Stay tunned!