Signos de renovación en la política
A medida que se van confirmando las candidaturas para los principales puestos electivos, se dibuja también la idea de que un nuevo tiempo político asoma no solo en la Argentina, sino también en Córdoba.
La profundidad y complejidad de la crisis que atraviesa el país, le está dando forma a una renovación que puede discutirse en su concepción y hondura, pero que sin duda va apareciendo sobre la superficie.
La novedad más importante viene siendo la irrupción de Javier Milei, un economista sin pasado político, provocador y mediático, que ha puesto a las formaciones tradicionales, lo que él llama “la casta”, con la guardia en alto.
Así quedó demostrado entre el jueves y el viernes con el discurso de CFK en La Plata y con la foto grupal de los líderes de Juntos por el Cambio. Está por verse si Milei consigue llevar el apoyo que hasta ahora consigue en las encuestas a las urnas. Son, en verdad, dos cosas muy diferentes.
Para ganar una elección hay que estar en la madrugada del domingo de las Paso fiscalizando también en el tercer cordón del conurbano, entrar a ese territorio le fue difícil inclusive a estructuras partidarias mucho más sólidas que las del líder libertario.
Si CFK cumple con su acalorada promesa de no presentarse, al menos como precandidata presidencial, se habrá producido en la fuerza que fue el eje de la política argentina desde 2003 hasta acá, una importante novedad que es también un signo de renovación aunque la ideología no se toque. Aquél plan de un período de Alberto y la vuelta de Cristina, sucumbiría.
En JxC, en tanto, no estará Macri y la postulación se decidirá entre Rodríguez Larreta y Bullrich. Hay que ver si con anterioridad a esa pulseada no se produce algún cambio que ubique a un solo candidato. La política es el arte de lo posible y tal vez, si Milei sigue creciendo, despejarle el camino a un solo dirigente de JxC puede ser una opción. Teorías. Ambos, Larreta y Bullrich poseen una larga experiencia en política; desde ese lado no habría renovación alguna. Pero sí es novedoso que frente al peronismo cooptado por el kirchnerismo, el PRO concentre todo el liderazgo opositor.
En Córdoba, las candidaturas de Llaryora y De Loredo, aun cuando sean para cargos distintos, implican, asimismo, un signo de renovación. Juez volverá a intentar alcanzar la Gobernación y para ello apela, precisamente, al discurso del cambio. Tres, dos, uno… comienza la campaña más fuerte.
