La máxima: ni siquiera se podrán pagar los fletes del exterior
Las compañías navieras anunciaron que los importadores tendrán que pagar la logística en origen y en forma previa, lo cual complica más la operatoria de comercio exterior.
El mes pasado, el BCRA dispuso a través de la comunicación “A” 7746, publicada el 20 de abril, nuevas restricciones en los pagos al exterior. La semana pasada dispuso que los fletes, hasta ahora exceptuado de entrar en estos requerimientos, también entrarán en el sistema de Sirase, con plazos de aprobación de entre 60 y 120 días.
La reacción inmediata de las compañías de logística internacional fue comenzar a cobrar en dólar MEP, lo que disparaba los precios de todas las compras al exterior. También rápidamente las empresas advirtieron lo delicado de esta situación y el esquema dio marcha atrás, con lo cual las navieras volvieron a cobrar al “dólar agencia”, muy parecido al tipo de cambio oficial.
“Pero la corrección no fue para todos”, indica una nota de La Voz. “La filial argentina de un operador logístico internacional tiene que esperar 90 días para hacer el giro, con lo cual ahora exigen al importador pago por adelantado y en el lugar de donde sale la mercadería”, agrega el informe.
Hay diferentes modalidades de importación, según el tipo de mercado y producto. En este caso, las más afectadas son las empresas que pagan la mercadería en modalidad FOB, el precio puesto en el puerto de salida, y se hacen cargo de la logística que la trae al país.
El BCRA entrega los dólares para una importación en plazos de hasta 180 días, lo cual es inaceptable para cualquier naviera del exterior. Los operadores tratan de determinar a quién perjudica más.
“Para algunos, es a la pyme importadora, ya que las grandes pagan la logística en forma previa con mejores condiciones de negociación por los mayores volúmenes. Para otros, daña más a las grandes, que utilizan navieras internacionales, porque las pymes trabajan con agentes de carga locales que no se ven afectados por este problema”, describe la nota.
“Es una situación delirante. Estas distorsiones que va creando el Gobierno nos alejan cada vez más de los fabricantes internacionales de insumos y productos. La contracción que se está observando de las importaciones, sumada a estas complejidades en el proceso, hacen a la Argentina cada vez menos atractiva para los grandes proveedores globales”, reflexiona Daniel Griboff, despachante de Aduana cordobés. Su colega local, Gabriel Marengo, agrega: “Estamos viviendo una coyuntura bastante compleja; esto nos deja cada vez más aislados del mundo”.
Por su parte, Federico Rodríguez, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (Fecacera), reflexiona: “Esto aumenta la incertidumbre y genera costos extras. Pero no hay que entrar en pánico, no creo que frene la logística, porque los agentes de carga nacionales tienen aceitados sistemas de pago”.
