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Expectativas del agro: los productores ven luz en el túnel y esperan mejoras en 2024

Expectativas del agro: los productores ven luz en el túnel y esperan mejoras en 2024

El Sistema de Encuestas Agropecuarias (SEA) del movimiento CREA  refleja que si bien la mayoría de las empresas continúan atravesando momentos difíciles, confían en un cambio de escenario para el año próximo.


El relevamiento cuatrimestral SEA-CREA realizado durante el pasado mes de julio fue respondido por 1.455 empresarios y 207 asesores de las diferentes regiones productivas del país. 

Según los datos recogidos, la mala percepción acerca de la situación de la economía nacional continúa en valores máximos históricos (91%), aunque se observa una mejora relativa de las expectativas (38%) respecto de mediciones inmediatas anteriores.

En lo que respecta a la situación económica y financiera de las empresas, un 65% consideró que se encuentra peor respecto de un año atrás, aunque las expectativas de una recomposición en el próximo año también mejoran en este caso.

Sin embargo, prevalece la cautela ante la incertidumbre climática y macroeconómica: un 52% de los empresarios consultados manifestó que es un mal momento para realizar inversiones, mientras que apenas un 21% considera que el momento es bueno.

Un 43% de los empresarios agrícolas consultados señaló que debió refinanciar deuda tomada para financiar el capital de trabajo empleado en el ciclo 2022/23. El nivel promedio refinanciado se ubicó en torno del 16% del capital. En ambos casos se trata de las cifras más elevadas de la serie histórica. Los mayores problemas se registran en las regiones CREA Norte de Santa Fe, Norte de Buenos Aires, Santa Fe Centro y Córdoba Norte.

Un 36% de los encuestados no pudo determinar si contaba con saldos técnicos de IVA, mientras que el 28% de los que pudieron identificar esa situación registran un saldo técnico promedio de 3.836 pesos por hectárea.

El problema de los saldos técnicos de IVA, además de potenciarse en escenarios de aceleración inflacionaria, es que son regresivos porque perjudican a quienes realizaron una mayor inversión tecnológica (especialmente en el caso del maíz), a los que se encuentran en zonas más alejadas de los puertos y a quienes resultaron más afectados por el desastre climático.

Para la próxima campaña gruesa, si bien en promedio el porcentaje del capital operativo por financiar se ubica en la media histórica, en algunas regiones –afectadas mayormente por el desastre climático– más del 60% de las empresas deben financiar más del 40% de los costos de implantación.

Por otra parte, las distorsiones comerciales como es el caso del denominado “dólar agro”, dificultan la normal comercialización de granos en un escenario en el cual las empresas, a causa del desastre climático, cuentan con una liquidez mucho menor a la planificada al inicio de la campaña 2022/23.

Otra complejidad es que, a pesar del panorama incierto que se presenta en el ciclo 2023/24, este año se registra, en promedio, un aumento del valor de los arrendamientos agrícolas (+ 6,2% en quintales de soja/ha). Parte de ese fenómeno se explica por la falta de oportunidades de negocios presente en el país, lo que contribuye a concentrar en el sector agrícola la liquidez disponible en diferentes rubros de la economía.

A pesar de que casi todas las empresas ganaderas de la red CREA resultaron afectadas por la sequía, estrés calórico y heladas intensas, una gestión técnica profesional permitió mantener los índices de preñez y destete en niveles adecuados. Un 18% de los empresarios ganaderos consultados manifestó que en el ciclo 2023/24 planea reducir la superficie productiva respecto del ejercicio anterior a causa de malas expectativas del negocio, inconvenientes climáticos y la necesidad de generar liquidez, entre otros factores.

En tanto, en el sector tambero la mayor parte de los empresarios manifestó que en promedio espera un crecimiento en la producción de leche en los próximos cuatro meses, principalmente por causas estacionales. La expectativa de ese aumento es menor respecto a iguales momentos de años anteriores.

La reciente introducción del denominado “dólar maíz”, con el consiguiente y abrupto crecimiento del precio del cereal en el mercado argentino, introduce complicaciones en los sistemas que emplean este recurso para sostener altos niveles de productividad y paliar el déficit forrajero ocasionado por el desastre climático.

Fuente: contenidoscrea.org.ar

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