“Difícil pensar en más fondo de la olla”
En la Bolsa de Comercio de Córdoba, Guido Sandleris, economista asesor resaltó que Argentina se ha convertido en un mendigo de dólares para cumplir con sus obligaciones. Y advirtió por “condiciones secretas”.
Por Lic. Nancy Villarruel, Economista
Las palabras salieron de boca de Guido Sandleris, ante un público mayormente conformado por empresarios y ejecutivos que asistieron el viernes a la Bolsa de Comercio de Córdoba para a escuchar definiciones de Hernán Lacunza, coordinador de los equipos técnicos de Horacio Rodríguez Larreta.
Pero, sin embargo, las declaraciones más picantes y jugosas salieron del actual Asesor de Asuntos Estratégicos de la Bolsa, Sandleris, que expuso y analizó datos económicos y financieros, pero se detuvo particularmente en el reciente acuerdo (¿acuerdo?) con el FMI.
Ante una audiencia habituada al tono crítico de las exposiciones en este recinto, a las presentaciones formales a cargo del titular de la entidad, Manuel Tagle (h) y el economista Raúl Hermida, destacando las limitaciones que enfrenta el empresariado para proyectar flujos y generar puestos de trabajo, le siguieron Sandleris y Lacunza.
El primero fue quien asestó el primer golpe al ánimo con el título de esta columna al afirmar que los recientes préstamos otorgados por la CAF, Qatar, China y el uso del oro de las reservas del Central como colateral no hacen más que destacar que al Gobierno ya no le queda de donde echar mano para cumplir las obligaciones.
Ante la dilación en la aprobación por parte del Directorio del FMI del acuerdo recientemente alcanzado con el staff, los desembolsos no llegarán y al Ministro no le ha quedado otra más que salir a pedir convirtiéndonos en el “mendigo internacional de reservas”.
He aquí el segundo golpe al ánimo. Ya no sólo somos defaulteadores seriales, categoría stand alone, sino que ahora somos, además, mendigos. Pobre imagen la que damos ante el mundo por nuestro –aún más pobre– bolsillo.
Pero hubo dos cuestiones más que sumaron desánimo y que no pasaron desapercibidas de la exposición de ex presidente del Banco Central: las deudas con la CAF y con Qatar (unos U$S 1.700 millones) tienen vencimiento en menos de un mes. Es casi como cubrir el mínimo de la tarjeta de crédito con el descubierto del banco.
Lo último y más llamativo, sin dudas, fue el detalle de que el texto del staff agreement cambió sutilmente la redacción que tiene en cada revisión, para incorporar al hecho de que el acuerdo está supeditado a la aprobación del Directorio “el cumplimiento de acciones de política”. Esto dejó boquiabierto a más de uno.
Y por si no habíamos escuchado bien, Sandleris aseveró que el equipo que negoció el acuerdo se comprometió a acciones de política que no han sido hechas públicas, que el Gobierno no ha dicho cuáles son y sería importante que lo hiciera de acara a las elecciones. “Nos importa mucho lo que piensa hacer el Gobierno en las próximas semanas o meses. Son acciones secretas frente a un electorado que tiene que votar”, dijo.
Las elucubraciones se enfocaron en la forma de alcanzar la meta de las reservas que no se darían por mejor resultado de la balanza comercial, salvo que el tipo de cambio se corrigiera de manera directa (devaluación) o fiscal (mayores impuestos a las importaciones). Este tema fue tangencialmente tocado por Lacunza cuando tuvo su momento, aunque coincidió –y resaltó– que el próximo gobierno tendrá que enfrentar decisiones postergadas, precios e inflación reprimidos, tarifas atrasadas, devaluación en cuotas, activos en pesos artificialmente sostenidos. A estas alturas, ya ni el postre levantaba el ánimo de los asistentes.
Con este panorama, el público ya adivinaba las proyecciones hacia adelante: vendrían meses difíciles en términos de inflación, el acuerdo con el FMI fue sólo un “seguí pagando y después de las PASO conversamos”, hay políticas “secretas” acordadas con el Fondo y, en un año electoral el plan platita sólo podría existir si vinieran desembolsos e incumpliendo metas. Ambas condiciones a la vez. Stay tunned!