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Massa y el descarado uso de toda la caja de herramientas

Massa y el descarado uso de toda la caja de herramientas

Columna por Walter Giannoni.


El peronismo en el Gobierno ha demostrado tener escasos pruritos a la hora de utilizar toda la caja de herramientas de la que dispone para afrontar situaciones de emergencia que, también en reiteradas oportunidades, ha complicado todavía más con ese modo de gestión.

Enumerar las situaciones en que esto ha ocurrido sería extenso. Por citar solo tres podrían mencionarse el congelamiento total de tarifas de Néstor Kirchner en 2003 y que luego se convirtió en una bomba todavía activa. La expropiación de las AFJP o la apropiación compulsiva del 51% de las acciones de YPF, también están en esa línea.

Los diferentes cepos siempre destinados a postergar las soluciones de fondo, se podrían igualmente inscribir ahí. No tiene límites para utilizar una pesada tenaza a fin de extraer una muela doliente, o en aplicar el martillo para incrustar una aguja. Las decisiones en materia de política económica van “a como de lugar”.

El reciente paquete del llamado “plan platita” anunciado por el ministro-candidato Sergio Massa es otra exhibición de la carencia total de límites a la hora de decidir políticas según la propia conveniencia e intereses de la gestión.

Se trata de un desesperado manotazo para tratar de estar en la segunda vuelta electoral, sin ningún criterio relacionado con la administración del Estado que es por lo que verdaderamente  debería velar un ministro en gestión.

“El elevado costo de estas iniciativas recientes, profundizará el déficit fiscal, financiándolo a través de una emisión monetaria descontrolada y sin respaldo, que seguirá incrementando el nivel de inflación, cuyo reciente índice del 12,4% para el mes de agosto, ya es el más alto de las últimas décadas del país”, advirtió en estos días la Bolsa de Comercio de Córdoba.

Como se conoce, el argumento principal esgrimido por Massa es la necesidad de atender la emergencia social desencadenada por el fogonazo inflacionario provocado “por la devaluación impulsada por el FMI”, se ocupa de aclarar el ministro. Es un argumento siniestro, dado que como es público y notorio, no queda economista en este país que no le haya advertido al Gobierno que la política de emisión monetaria ejecutada desde 2021 hasta aquí, iba a terminar en una escala inflacionaria.

La mejora transitoria que pueden generar estos pesos en los sectores de menores ingresos, rápidamente se diluyó con los nuevos aumentos de precios. Las consecuencias se verán durante años, entre o no Massa al ballotage.

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