Menos divisas: Urquía culpa a los gobiernos por haber “pisado y maltratado” a la soja
Varios referentes de la agroindustria, entre ellos el accionista de Aceitera General Deheza, expresaron su preocupación ante el retroceso de la Argentina en el mercado internacional frente a otros competidores, como Brasil y Estados Unidos.
Por Carlos Petroli, Especial para Container.
La agroindustria de la soja y sus derivados –la mayor fuente de divisas de exportación del país– enfrenta un panorama desafiante si pretende recuperar el terreno perdido en los últimos años. El punto estuvo sobre la mesa en el seminario AcSoja 2023 durante un panel moderado por Luis Zubizarreta, director regional de Relaciones Institucionales de Louis Dreyfus y presidente de Carbio (Cámara Argentina de Biocombustibles).
En este panel, Alfonso Romero, director de Cofco International del Cono Sur, recordó que en 2014 la Argentina molía alrededor de 40 millones de toneladas de soja, el 21% de la molienda mundial, que ascendía a 265 millones de toneladas.
“En 2022, el procesamiento en el mundo llegó a 329 millones de toneladas, creció alrededor de un 25%, sobre todo en Estados Unidos y Brasil, y Argentina el año próximo va a estar moliendo casi los mismos 40 millones de toneladas. Hemos perdido casi cinco puntos de participación mundial. Esta caída del 21% al 15% -sin considerar la molienda en China- representa un tercio de la participación argentina que hemos cedido a otros orígenes con los cuales competimos a nivel mundial”, explicó Romero.
En la misma línea, aportó otros indicadores negativos: Argentina tiene uno de los mandatos de biodiésel más bajos, de solo el 5% de corte; en la producción ha perdido el 20% del área sembrada y la industria aceitera tiene una capacidad ociosa récord del 60%.
Luego de esta enumeración, Roberto Urquía, accionista de Aceitera General Deheza y exlegislador nacional, apuntó hacia la política agroindustrial. Responsabilizó que “los gobiernos de los últimos seis o siete años han pisado y maltratado a la soja con los derechos de exportación del 33% y permitieron que Argentina deje de percibir 500 millones de dólares mensualmente”.
Anotó que entre los cuatro millones de hectáreas que se dejaron de sembrar, más otros dos millones de hectáreas que se podrían sumar, el monto en divisas es de unos 900 millones de dólares por mes, alrededor de 10.000 millones de dólares anuales. Urquía consideró necesario “liberar las fuerzas de la soja que hoy está pisoteada, prisionera, maltratada”.
El exsenador también señaló que existe “un atraso tecnológico muy importante en las semillas” mientras los países vecinos están “totalmente en avanzada”, lo que llevó a que el sector de molienda esté en la situación actual. “Confío en que quien asuma el 10 de diciembre entienda que a la soja hay que liberarla en el buen sentido de la palabra, dejar que la gente del campo avance, tenga los elementos y las semillas adecuadas, y podamos seguir avanzando como lo hicimos hasta el año 2016 ó 2017”, expresó el referente agroindustrial.
Pablo Noceda, CEO de Molinos Agro, opinó que “la industria fue muy vapuleada en los últimos años, sin reglas claras, con reglas que cambian permanentemente”. Y remarcó que el sector tiene capacidad para procesar 70 millones de toneladas de soja, siendo que está procesando menos de 40 millones por las condiciones que se han dado en los últimos años. “Esta industria emplea a 80 mil personas, agrega valor, lo cual nos permite abrir más mercados”, enumeró.
Juan José Blanchard, Chief Operating Officer de Louis Dreyfus Company, llamó la atención sobre “la amenaza” que representa para Argentina el crecimiento de Estados Unidos en molienda de soja (en los próximos años puede llegar a procesar por encima de 75 millones de toneladas). Ya están desarrollando el biocombustible de segunda generación y es un negocio en el que entraron a jugar las petroleras, mencionó.
