40 años de Democracia: Qué pasó con el comercio internacional de Argentina
Un balance sobre cómo evolucionaron las exportaciones del país en estas cuatro décadas. Del “viento de cola” a una caída sostenida en el concierto mundial.
Por Gustavo Scarpetta, Especialista en Comex.
Se están cumpliendo cuarenta años de democracia, desde aquel lejano octubre de 1983 cuando se volvía a votar, y el inolvidable 10 de diciembre del mismo año cuando la banda presidencial volvía a lucirla alguien elegido por el pueblo.
Desde aquel entonces, la economía argentina ha tenido altibajos y a las exportaciones no le fue de mejor manera.
Argentina, junto a demás países de la región había firmado en 1980 el tratado de Montevideo para relanzar la integración regional luego del fracaso del primer intento con la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC).
El diagnóstico de los gobernantes y también las estadísticas de entonces mostraban que las exportaciones de la región eran débiles y su crecimiento lento.
En el comienzo de la democracia, aún se sentía la debilidad industrial luego de la época de la Plata Dulce que había golpeado el cinturón productivo y las exportaciones estaban estancadas en alrededor de 10 mil millones de dólares.
En 1985, Alfonsin y Sarney firman el Tratado de Iguazú donde buscaban establecer una Zona de Libre Comercio entre Brasil y Argentina, que terminaría siendo la semilla del Mercosur. Aunque nada se firmaría en lo comercial hasta el año 1991, fue un gran antecedente de lo que buscaban en la región.
Aunque mientras eso ocurría, Argentina cambiaba de moneda y se vivía la euforia inicial del Plan Austral y del campeonato mundial de 1986.
El déficit fiscal y la debilidad de las exportaciones iban a hacer lo que siempre hicieron en la economía argentina: Generar inflación y falta de divisas. Con un campo con sequía, los dólares que entraban no alcanzaban para financiar las importaciones necesarias, y se cubrían con más deuda externa, que terminaría siendo difícil de pagar.
Durante la hiperinflación, las exportaciones siguieron débiles, y recién para 1991, cuando en un breve periodo de tiempo surge la Convertibilidad en lo económico y se firma el Mercosur, la situación de las exportaciones cambian.
La irrupción de Brasil.
En marzo de 1991 se decide iniciar el proceso de Mercosur en conjunto con Brasil, Uruguay y Paraguay, fijándose un cronograma de reducción arancelaria, que permitiría la eliminación del arancel entre los países para comienzo de 1995.
Fue un programa rápido y que aceleró el crecimiento de las exportaciones e importaciones dentro del bloque.
Desde entonces, Brasil se convertiría en el principal socio comercial de nuestro país y se comenzó a hablar de la “Brasildependencia”, al referirse a la elevada relación comercial entre ambos países. Provincias como Córdoba, muy vinculadas al vecino país por la industria automotriz iba a ser una de las más afectadas cuando llegarán las crisis en el vecino país.
La crisis económica en Brasil afectó a Argentina y sus exportaciones. La inflación se había eliminado pero en la segunda mitad de los noventa, comenzaba a sufrir un estancamiento de exportaciones. Cada vez que sucedió eso, en el futuro se venía una crisis de divisas, y esta vez no fue la excepción.
Después de la gran crisis.
La crisis del 2001, fue precedida por exportaciones débiles y generó un salto devaluatorio. Desde el 2003 en adelante, China comenzó a “aspirar” todas las commodities e iniciaba los tiempos de superprecios de nuestras exportaciones. La cotización de la soja batía récord y nuestras ventas al mundo -esencialmente China- volaban.
Ese ciclo positivo, que es una de las dos curvas más abruptas de todos los 40 años, terminó con la crisis mundial de las hipotecas en EE.UU.
El gráfico desde 1983 hasta 2008 muestra una curva ascendente, una gran caída en 2009, y un comportamiento errático desde 2010 hasta el presente, donde la participación Argentina en el comercio mundial caerá a su mínimo histórico -0,36%-. Para 1983, éramos algo más de un tercio de las exportaciones de Brasil y actualmente somos un cuarto. Representamos el 0,44% del comercio global.
Las exportaciones estuvieron estancadas en largos períodos dentro de estos 40 años, con solo dos ciclos de crecimiento interesante (Mercosur y Superprecios), y un comportamiento que no fue diferente al de toda la economía argentina.