
La economía espera señales claras, firmes y unívocas
Columna por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
Hubo ballotage y tenemos nuevo presidente electo. Algunas definiciones del futuro gabinete. Diálogo telefónico con el Papa y apareció Alberto. Se despertó el sindicalismo y los gobernadores ahora se animan a cuestionar los fondos coparticipados. Le ganamos a Brasil en el Maracaná. Todo comprimido en 7 días. Así de intensos somos los argentinos.
En la calle, la gente parece mostrarse esperanzada aunque muy poco se sepa de lo que vendrá. El mercado también festejó. No sabemos si fue por el resultado o por la reiterada declaración del nuevo presidente de que honrará las deudas. Los bonos siguen cotizando en zona de default pero mostraron importantes subas que los dejaron en niveles cercanos a los de antes de las PASO. ¿Hay algo para festejar? Hasta ahora sólo firmes declaraciones de intención de pagar, se puso el tema de las Leliq al inicio de la agenda, se mencionó a un hombre pro mercado en las negociaciones y la férrea voluntad de recortar el gasto.
Claramente, la venia del mercado es condición necesaria pero no suficiente. Necesaria porque de allí vendrá la normalización de los flujos futuros, la certeza a los depositantes y, con un poco más de esfuerzo se podría conseguir financiamiento genuino. Insuficiente porque son necesarias dos voluntades más: el mercado externo y la de los argentinos.
Es imperioso dar señales claras, firmes y unívocas de un gobierno determinado a estabilizar la economía, a bajar el déficit, corregir los precios relativos, eliminar las trabas cambiarias, liberar el comercio y controlar la inflación, para empezar. Argentina debería volver a los mercados internacionales para conseguir los dólares necesarios para afrontar las deudas y volver a hacer funcionar la rueda productiva.
En este proceso, deberá mantenerse a los ciudadanos informados de lo que se recibe al momento del traspaso de mando, las medidas y políticas a implementar y el objetivo buscado. El voto del electorado no es un cheque con fondos permanentes, habrá que mantenerlo enfocado y motivado porque se vendrán tiempos difíciles, de ajuste necesario para volver a encarrilar las variables que están descontroladas y que han limado los bolsillos y los negocios de los argentinos al punto de votar de manera enfática un cambio de signo político.
En síntesis, ha sido una semana frenética, y vendrán peores. Hasta ahora hablaron las urnas y el mercado. Faltan jugadores importantes: sindicatos, gobernadores, legisladores y, por supuesto, la calle. Stay tunned!