Economía: Una semana corta con presión hacia adelante
Columna por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
Luego de jornadas cargadas de buenas noticias, el mercado debió transitar una semana corta y rara, con muchos feriados acá, en EE.UU. y registrando cotizaciones en caída en los activos financieros. Hay quienes buscan alguna conexión entre los feriados locales y los precios en baja, intentando plantear que los operadores locales arbitran cotizaciones, o que las liquidaciones del blend estuvieron ausentes, lo cual explicaría también el saldo vendedor del BCRA.
O quizás podría analizarse que el mercado está mostrando preocupación de cara a un segundo semestre muy desafiante para el Gobierno, quizás tanto como el primero, pero con menos herramientas a mano para campearlo.
Hay ajustes tarifarios y de combustibles que no podrán postergarse más y eso haría peligrar el derrotero bajista de la inflación que mostró un sorprendente guarismo en mayo, difícil de mantener en junio.
Se confirmaron también los 5 meses seguidos de superávit primario y financiero, mostrando un acumulado en 2024 de 1,1% y de 0,4% del PBI, respectivamente. Hasta acá, el primer semestre se estaría sorteando con éxito, pero el mercado se muestra escéptico respecto a la sostenibilidad de estos logros sin echar mano de nuevas herramientas frente a una segunda mitad del año que generaría menos ingresos de divisas derivadas del comercio y necesitaría más ajustes de precios y tarifas.
El contexto externo no se perfila demasiado halagüeño, habida cuenta de los ruidos políticos en México, la devaluación de la moneda brasileña y la persistencia de tasas elevadas en EEUU que suman preocupación a la corrección del precio de los commodities que se viene verificando desde hace semanas y que implican un desafío adicional para nuestro país, enfocado en productos primarios.
Con este panorama, no es extraño que el mercado se muestre receloso del futuro, por cuestiones macroeconómicas locales y por eventuales tensiones sociales que podrían derivarse si los precios vuelven a despertarse o si no se reactiva la actividad económica que ya empezó a cobrarse empleos.
Las esperanzas del equipo económico, con el Presidente a la cabeza, están puestas en la Ley Bases, que de aprobarse definitivamente dejaría en manos del Ejecutivo la pericia de utilizar las facultades y reformas allí contenidas para hacer un triplete.
Consistiría en atraer proyectos de inversión que impulsen el nivel de actividad y la generación de empleo, completar la reforma del Estado iniciada hace meses y normalizar el mercado cambiario empezando por levantar cepos y limitaciones que hoy atentan contra el libre juego de oferta y demanda, el primer mandamiento de la religión mileísta. Stay tunned!