Adiós al estampillado: Importantes cambios en el régimen de importaciones
El Gobierno anunció un cambio que es sustancial en la regulación del comercio internacional y tendrá un impacto directo en la forma en que se gestionan las importaciones en el país.
Por Luciana Avanoni, Despachante de Aduana.
En un giro significativo para el sector del comercio exterior, esta semana, se ha anunciado la derogación de la Resolución General N° 2730 y sus modificatorias, que hasta el momento establecían valores criterio de importación de carácter precautorio.
Esa resolución había sido implementada con el objetivo de establecer valores criterio para la importación, una medida que buscaba prevenir la subfacturación y otras prácticas comerciales desleales. Estos valores criterio, ahora dejados sin efecto, funcionaban como un precio de referencia mínimo para determinados productos importados.
Esta modificación trae consigo una serie de beneficios para los importadores, ya que aquellos productos que estaban sujetos a una caución en forma de garantía por los valores declarados y pendientes de análisis verán liberadas las pólizas si, luego de 90 días, el organismo competente no realiza la intervención correspondiente.
Este cambio responde a la necesidad de agilizar y simplificar los procesos de importación, eliminando barreras que en muchos casos ralentizaban la entrada de productos al país. Con la eliminación de estos valores criterio, se espera una mayor fluidez en el comercio y una reducción en los costos operativos para las empresas que dependen de insumos importados para sus operaciones diarias.
En paralelo a la derogación de la Resolución General N° 2730, se ha anunciado la eliminación de la Resolución General N° 2.522/87 y la implementación del Sistema Digital de Identificación de Productos (SiDIP), como régimen único. Este nuevo sistema representa un avance importante hacia la modernización y digitalización de los procesos de identificación y control de mercaderías importadas.
Una de las características más destacadas de este sistema es la eliminación del uso de estampillas fiscales físicas, que históricamente se utilizaban para la verificación de productos en las aduanas. En su lugar, todo el proceso se llevará a cabo de manera completamente electrónica, permitiendo un control más eficiente y seguro de las mercaderías que ingresan al país.
Este cambio no solo moderniza el sistema de control de importaciones, sino que también reduce los costos y el tiempo involucrado en la gestión de estos procedimientos.
La adopción del SiDIP y la eliminación de valores criterio se alinean con una tendencia global hacia la simplificación y la digitalización de los procesos de comercio internacional. El mundo está adoptando tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia en sus aduanas y reducir el riesgo de fraudes y errores humanos. El uso de sistemas electrónicos permite una trazabilidad más precisa y un mejor control de los bienes que ingresan al territorio nacional.
El nuevo sistema también proporciona una plataforma más robusta para la recolección de datos y la generación de análisis que pueden ayudar a las autoridades a tomar decisiones informadas en tiempo real.
Beneficios para los importadores y el sector empresarial.
Para los importadores, estas medidas representan una oportunidad para optimizar sus operaciones.
Al eliminar la necesidad de estampillas físicas y reducir las demoras relacionadas con los análisis de caución, se simplifica el proceso de importación y se reduce el tiempo necesario para que las mercancías estén disponibles para su comercialización o producción.
Además, la mayor transparencia y control que ofrece el sistema digital puede traducirse en una reducción de costos indirectos asociados con las prácticas de control manual, así como en una disminución de las disputas y sanciones relacionadas con posibles errores en la declaración de mercancías.
En conclusión, se marca un paso significativo hacia la modernización del comercio exterior del país. Estos cambios no solo buscan optimizar y hacer más eficientes los procesos de importación, sino también alinear las normativas locales con las mejores prácticas internacionales en términos de tecnología y digitalización.
A medida que el comercio global continúa evolucionando, es esencial que las regulaciones se adapten para apoyar un flujo más ágil y seguro de bienes y servicios. La adopción de sistemas digitales demuestra el compromiso del país con la innovación y la mejora continua de sus procedimientos comerciales, lo que beneficiará tanto a las empresas nacionales como a los socios comerciales internacionales y sin dudas a los usuarios y consumidores.
