No todas son rosas para la agroindustria argentina con la vuelta de Trump en EE.UU.
El precio del aceite de soja continúa su tendencia bajista. La política que implementarían los republicanos en materia energética podría recortar los incentivos a la producción de biocombustibles.
El mercado de aceites vegetales tiene un gran futuro en la transición energética a través de su utilización como insumo para la producción de biocombustibles, más sostenibles con el medio ambiente. Sin embargo, el corto plazo presenta un gran desafío para los productores de aceites vegetales, como es el caso de la Argentina. Menores precios del petróleo y gobiernos más proteccionistas generan incertidumbre y presiones bajistas en los precios, advierte un informe del Departamento de Economía de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Se destaca que la Argentina es el cuarto productor mundial de aceite de girasol y de soja. Del total producido, se exporta en promedio el 68% del aceite de soja y el 50% del aceite de girasol. Además, el país se posiciona como el primer exportador mundial de aceite de soja.
En el plano internacional, el precio del aceite de soja continúa su tendencia bajista, en donde la política que implementaría la administración de Donald Trump en materia energética podría ser un factor determinante, principalmente la disminución de incentivos a la producción de biocombustibles. Mientras que, la guerra Rusia-Ucrania genera incertidumbre en el mercado del aceite de girasol, la cual se refleja en las subas que ha experimentado el precio de dicho aceite en los últimos meses.
Incertidumbre con
los biocombustibles.
El informe de la BCCBA advierte que el futuro del mercado de los biocombustibles se encuentra transitando un periodo de incertidumbre. En Estados Unidos, donde la producción venía creciendo a ritmo exponencial, tras el triunfo de Donald Trump en la presidencia podría cambiar su rumbo. Luego de nominar como titular de la Agencia Ambiental de la Nación (EPA por sus siglas en inglés) al exdiputado de Nueva York Lee Zeldin, los precios de los futuros de aceite de soja del CME Group (“Chicago”) registraron fuertes bajas, arrastrando al resto de los productos del complejo oleaginoso, debido a que la agenda del nuevo presidente consideraría que los biocombustibles no son un factor estratégico de desarrollo para el país.
Para contrarrestar este fundamento bajista y, siguiendo con la agenda del nuevo presidente, es muy probable que se puedan presentar factores alcistas para el aceite de soja en el mercado interno estadounidense, el cual tiene como contrapartida una relación inversa con el valor de la harina de soja. Esto se debe a que, siguiendo la agenda del nuevo presidente, es muy probable que se aplique aranceles al UCO (aceite de cocina usado) proveniente de China, a la colza proveniente de Canadá, el cual podría ser reemplazado por una mayor demanda del aceite de soja para la elaboración de biodiesel, generando una presión alcista en su cotización. En tanto que hay incertidumbre con respecto a qué decisión se tomará sobre el sebo bovino proveniente desde Argentina.
Petróleo:
Desaceleración de la demanda.
En cuanto al petróleo, principal insumo competidor de los aceites para la producción de combustibles, la Agencia de Energía Internacional (IEA) ha proyectado una desaceleración en el crecimiento de la demanda mundial, que se explica principalmente por el débil consumo de China. Mientras que la oferta seria abundante, lo que presionaría los precios a la baja, poniendo en desventaja a los biocombustibles, volviéndolos relativamente más caros.