
A fondo: Trump recargado, expectativas para Argentina
Con las perspectivas del retorno de Trump a la Casa Blanca, la economía mundial, incluida la de Argentina, podría enfrentar nuevas incertidumbres.
Donald Trump, quien ya marcó un período turbulento de relaciones comerciales durante su primer mandato, podría desencadenar efectos directos en los precios de las commodities y en las políticas económicas globales, lo que afectaría especialmente a las economías dependientes de la exportación, como la argentina.
En este artículo, exploraremos tres posibles impactos clave de una reelección de Trump y cómo estos afectarían a la economía argentina.
Lo más positivo estará entre el apoyo en el FMI para un nuevo acuerdo y el tratado de libre comercio con los Estados Unidos.
1. La reactivación de la guerra comercial y el impacto en el comercio global
Uno de los aspectos más destacados de la presidencia de Trump fue su confrontación comercial con China, un conflicto que desencadenó la conocida “guerra comercial”. Si Trump decide retomar esta política y aumentar los aranceles a las importaciones chinas, esto podría intensificar aún más las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. El aumento de aranceles elevaría los costos de los productos chinos en Estados Unidos, lo que podría reducir el flujo de comercio global. A su vez, esta situación generaría un impacto negativo en los precios de las commodities a nivel mundial, como soja y maíz.
Argentina, como importante exportador de productos primarios, podría verse afectada por esta disminución en la demanda global. Si el comercio internacional se ve limitado por la política de aranceles más altos, los precios de los productos que Argentina exporta podrían disminuir, debilitando las perspectivas de ingresos por exportaciones y afectando negativamente a la balanza comercial.
2. Inflación en EE. UU. y el impacto en las tasas de interés de la Reserva Federal
Otro aspecto clave es el impacto que un aumento de los aranceles podría tener sobre la economía estadounidense, específicamente en relación con la inflación. Si Trump decide subir los aranceles, los costos de los productos importados aumentarán, lo que generará una mayor inflación en Estados Unidos. Esto podría llevar a la Reserva Federal a revisar sus políticas monetarias, posiblemente reduciendo el ritmo de sus recortes de tasas de interés. Tasas más altas resultan menos atractivo para los invesionisas comprar commodities esperando una subida de precios.
Una menor disminución de las tasas de interés en Estados Unidos tendría implicaciones directas en los mercados financieros globales, incluyendo los precios de las commodities. Al mantenerse tasas de interés relativamente altas en EE. UU., podría haber una apreciación del dólar, lo que impactaría en los precios de la soja y otras materias primas, que tienden a cotizar en dólares. Una mayor inflación en Estados Unidos podría enfriar la demanda de productos como la soja, afectando los precios y reduciendo los márgenes de ganancias para los exportadores argentinos.
3. Menor demanda de China y la reducción de las exportaciones argentinas
Durante el primer mandato de Trump, la relación comercial entre Estados Unidos y China experimentó importantes alteraciones, con un descenso en la compra de productos chinos por parte de EE. UU. Si Trump vuelve a implementar políticas que favorezcan la reducción de las importaciones de China, esto podría generar una caída en la demanda global de productos chinos.
Al disminuir las compras de China -como ocurrió en el anterior periodo con Trump-, no solo se reduciría el volumen de exportaciones chinas al mundo, sino que también se vería afectada la capacidad de Argentina para exportar a ese mercado. China es un destino clave para las exportaciones agrícolas argentinas, especialmente soja, maíz y trigo. Una caída en la demanda de estos productos podría llevar a una disminución de los precios de la soja y otros commodities, perjudicando aún más las perspectivas de crecimiento económico de Argentina.
Lo bueno son dos elementos claves:
- a) el impulso que puede ejercer Donald Trump en el Fondo para cerrar un nuevo acuerdo que brinde fondos frescos y que acompañe a la decisión del Gobierno de salir del cepo. Una salida ordenada del cepo podría agregarle un punto porcentual de crecimiento a la economía argentina, llegando incluso al 6% -superando lo que espera OCDE o FMI-.
- b) Trump prometió mayores aranceles para China, México y Canadá. Alabó los aranceles y sería realmente poco probable que mientras sube impuestos a la importaicón con sus principales socios comerciales, firme un nuevo acuerdo de libre comercio con Argentina o el Mercosur. Si esto se diera, sería un impulso increíble para el comercio internacional regional ya que EE.UU es el mayor importador global, y sería un impacto positivo como lo fue para México y Canadá en su momento. Para ser absolutamente honesto, lo pronosticó muy improbable e imagino dos escenarios: Trump haciendo lo que prometió o haciendo cosas diferentes. En su anterior gobierno, prometió suba de aranceles y lo cumplió, inaugurando una era de guerra comercial.
Además, el fortalecimiento del dólar podría generar un aumento de la deuda externa argentina, que se encuentra denominada principalmente en esa moneda, encareciendo los pagos y empeorando la situación fiscal del país. En un contexto de escaso acceso a financiamiento internacional y con altos niveles de deuda, un dólar fuerte podría ser un desafío adicional para la estabilidad económica de Argentina.
Un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca podría tener una serie de efectos disruptivos en la economía global, con consecuencias particularmente notorias para economías como la argentina. La reactivación de la guerra comercial con China, el aumento de aranceles y la posible inflación en EE. UU. podrían influir negativamente en los precios de las commodities y en las perspectivas de exportación de Argentina. Además, el fortalecimiento del dólar tendría implicaciones tanto en la competitividad de las exportaciones como en la capacidad de pago de la deuda externa argentina. Así, el panorama para la economía argentina dependerá en gran medida de cómo evolucionen estas políticas y de cómo logre el país adaptarse a un entorno global cada vez más incierto.
Argentina debe esperar que la guerra comercial que parece avecinarse sea lo más débil posible, y Trump al ver los resultados inflacionarios que puede causar en su país, la debilite aún más. Mientras usufructuar el vínculo entre presidentes para aumentar inversiones y facilitar el acuerdo con el Fondo. En un mundo cada vez más interconectado, el aleteo de la mariposa norteamericana afecta todas las economías del globo.