
Economía: Entre buenos resultados y errores no forzados
Sería reiterado e incluso estéril, dedicar esta columna al criptogate que, a mi entender, debiera ser un tema de conversación entre personas versadas en temas financieros, en Mercado de Capitales, en criptomonedas y plataformas de trading, por nombrar algunos. Las diatribas y discursos tribuneros desde la ideología o el desconocimiento sólo llevan a discusiones estériles.
Entre tanto fanatismo y prensa amarilla, esta semana se nos pasaron por alto algunos datos de la macro que –a pesar de ser positivos- deberían encender luces amarillas en quienes administran las cuentas nacionales. Entre ellos, el saldo de la balanza comercial es uno de los más seguidos por los economistas dado que las esperanzas de engrosar las reservas internacionales en el BCRA están puestas en el resultado del comercio internacional.
Aunque sigue habiendo superávit, el saldo se va estrangulando con las importaciones subiendo por encima de las exportaciones, mes a mes. Que las primeras suban podría leerse como una señal de que el nivel de actividad se va recuperando pero que las segundas lo hagan a un ritmo menor encuentra explicaciones en el valor de liquidación de esos dólares en el MULC, los precios internacionales de las materias primas y el nivel de éxito de la cosecha. No obstante, en la mayoría de las ruedas el BCRA termina con saldo comprador, debido principalmente a los flujos financieros.
Pasadas las mieles del blanqueo, el Central se las rebusca para no mostrar tanta caída en las reservas porque, si bien cierra con saldo comprador en la mayoría de las ruedas, sigue pagando deudas y vencimientos de bonos, lo que hace bajar el nivel de reservas internacionales. Por esa razón, esta semanaemitió una norma flexibilizando los créditos en dólares que actualmente le reditúan al Central permitiéndole adquirir divisas. Siguen las negociaciones con el FMI que parecen estar extendiéndose más de lo que el mercado preveía, y mantener a raya los dólares financieros en medio de las turbulencias externas y las internas le está costando cada vez más. Cuando no son guerras comerciales entre potencias mundiales son errores no forzados de un presidente que no sabe contener su histrionismo.
A todo este panorama podríamos sumar la provocación de Trump a Zielinsky, el dato de inflación en Japón o la nueva cepa similar al COVID descubierta en China y que puso los pelos de punta a los mercados en el cierre del viernes. Pero esperemos el desarrollo de las noticias y que hayamos aprendido del 2020. Stay tuned!