Cobrarán hasta el equipaje de mano
A pesar del descontento de los consumidores, Spirit Airlines ratificó sus planes de ser la primera aerolínea estadounidense, quizás mundial, en cobrar a partir del primero de agosto entre U$S 20 y U$S 45 por llevar una maleta de mano. Spirit fue la primera en cobrar por facturar una maleta. La aerolínea se especializa en ofrecer pasajes baratos para después hacer que sus clientes paguen por todos los servicios “extra” que usan.
“No estamos reconsiderando la decisión. Para nosotros sigue siendo una buena idea”, dice Ben Baldanza, presidente de Spirit.
Parte de la escasez de espacio a bordo la ha creado la propia aerolínea que incluye más asientos en sus aviones que sus competidores. Sus Airbus A319 tienen 145 sillas; los de US Airways Group Inc., por ejemplo, 124. Y cuando están “adecuadamente colocadas”, dice Baldanza, el A319 tiene sitio para 130 piezas de mano. Si cada pasajero pone sólo un maletín en el compartimiento de la manera más eficiente posible, las últimas 15 personas en embarcar no tendrán espacio para su equipaje de mano.
“La principal razón por la que tomamos esta decisión es para reducir los retrasos en el abordaje”, dice Baldazan, recortando en cinco minutos el tiempo de vuelo. La decisión ha hecho resurgir la pregunta: ¿Qué reciben los consumidores cuando compran un pasaje de avión? Las dificultades financieras han hecho que se cobren tarifas por muchos servicios. Cambiar la fecha en un tiquete no reembolsable cuesta ahora U$S 150, costaba U$S 100 en 2008 y U$S 50 en 1997.
Las tarifas, hasta cierto punto, han rescatado a una industria golpeada por la recesión y los altos precios del combustible. Los cobros por equipaje alcanzaron U$S 2.000 millones para las aerolíneas estadounidenses en los primeros nueves meses de 2009.