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Como en 2003 con Kirchner, AF apuesta por un rebote económico

Como en 2003 con Kirchner, AF apuesta por un rebote económico

Las devaluaciones producen una recesión inicial y después empiezan a traccionar exportaciones, sustitución de importaciones y llevan a una recuperación.


MARCELO CAPELLO
Economista, presidente del Ieral-Fundación Mediterránea


La economía que comienza el 10 de diciembre: ¿Una recuperación o queda más ajuste y recesión? En mi visión, el nuevo Presidente debe tener la cabeza en la situación de 2003: subió mucho el tipo de cambio con Duhalde, generó una gran recesión –que ya venía de 2001–, pero las devaluaciones producen una recesión inicial y después empiezan a traccionar exportaciones, sustitución de importaciones y llevan a una recuperación.

Cuando entró Néstor Kirchner como presidente, en el segundo trimestre de 2003, ya el consumo había empezado a recuperarse, las exportaciones un poquito más; hasta las importaciones y la inversión habían empezado a recuperarse.

Es decir que Kirchner (y el entonces jefe de gabinete Alberto Fernández, ahora presidente) heredaron una economía que había tenido una gran recesión en 2002, pero que ya había empezado a recuperarse. Había tocado fondo y empezó a salir.

Rebote

Alberto Fernández puede tener eso en la cabeza, que la economía puede haber tocado fondo y que empiece a rebotar. Estoy seguro que si no hubiera sido por las elecciones presidenciales empezaba a rebotar ya este año. Con la gran devaluación del año pasado en algún momento empezaba a reactivarse.

La suba del tipo de cambio hace subir la inflación, esta hace caer el salario real, la caída del salario real hace caer el consumo y la actividad económica. Esto en el primer año; al año siguiente suelen recuperarse los salarios por encima de la inflación y se empieza a reactivar la economía.

La demora en la recuperación deviene de que este año hubo varias corridas cambiarias e incertidumbre política.

Modelo exportador

¿Hace falta un modelo exportador en la Argentina?

Es lo que tenemos que desarrollar; de lo contrario, seguimos siempre chocando cada dos, tres o cuatro años; nos quedamos sin divisas. Lo primero que hace falta para un modelo exportador es que sea rentable exportar, y eso tiene mucho que ver con lo cambiario.

Acepto que no es lo único el tipo de cambio, pero si se opera con un dólar muy barato y un peso muy apreciado, quién va a exportar si no es rentable. Lo primero es tener un tipo de cambio competitivo y que después se siga con las otras reformas que se estaban haciendo (infraestructura, impuestos).

El tipo de cambio actual es competitivo, está en torno del nivel de 2007, el último año del gobierno de Néstor Kirchner.

El de 60 pesos de ahora sería 37 a valor constante si tomamos el segundo período de Cristina; es un tipo de cambio competitivo. Otra forma de verlo es comparar precios entre países. En 2017, cuando el tipo de cambio estaba de nuevo muy bajo, con Macri ya en el gobierno, comparando 16 productos y 15 países, Argentina estaba más caro en el 56 por ciento de los casos.

En septiembre de este año, cuando el tipo de cambio estaba en alrededor de 60 pesos, Argentina está más caro sólo en el ocho por ciento de los casos; en el resto está más barato en todos. Y eso se puede advertir cuando uno va a otro país: parece que está todo carísimo.

El tipo de cambio es competitivo y puede serlo también en diciembre; hay que tratar de bajar más rápido la inflación, y después que el tipo de cambio vaya acompañando la evolución de los precios para que no se puede apreciar mucho el peso.

Extracto de la presentación en el panel convocado por Container en La Voz del Interior “Córdoba mira al mundo y nosotros queremos reflejarlo”.


Esta nota fue publicada en la edición digital de la Revista Container el 26 de noviembre

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