Con devaluación no alcanza, sin devaluación no se puede
Por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
“Massa rechaza la devaluación que pide el FMI”. “El Ministro no está dispuesto a asumir el costo de una devaluación ahora que es candidato a presidente”. Estas y otras expresiones similares se leen en diarios e informes de consultoras desde hace semanas.
Se hace necesario aclarar que durante la gestión del ministro Massa el peso argentino ya se ha devaluado más de un 100%. Es un dato que debiera saber todo argentino más o menos informado. Si nuestro principal acreedor está incluyendo la devaluación de nuestra moneda como exigencia para validar un nuevo acuerdo, seguramente debe ser en el marco de un conjunto de medidas tendientes a que ese ajuste tenga algún efecto visible, durable y sostenible en la economía.
De otra forma, estaría pidiendo más de lo mismo puesto que nuestro peso valía $130 hace exactamente un año y hoy está rondando los $270, lo que a las claras muestra una devaluación del 107%. Mientras tanto, la balanza comercial se ha deteriorado, las reservas se han extinguido, la brecha cambiaria está en el orden del 100% y la situación no tiene visos de mejorar.
Para completar el contexto hay que agregar que todo ello se dio con una campaña agrícola espectacular, con cosecha record de soja y maíz y con precios internacionales en niveles altísimos, producto del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania. Suena a oportunidad perdida, ¿no?
Es necesario contextualizar los titulares y los pseudo-análisis que se hacen sobre una eventual devaluación. Porque el gobierno actual ha llevado adelante una significativa devaluación del peso argentino, ubicándonos en el peor lugar en el ranking de desempeño de monedas de América Latina en 2023. A nivel global sólo nos superan las monedas del Líbano, Nigeria y Angola.
Un ex economista de Goldman Sachs y del FMI posteó esta semana que “los problemas de Argentina son 100% autoinflingidos”. Y agrega: “Argentina tiene las mismas exportaciones de commodities que los otros países latinoamericanos”. El problema, entonces, sería una mala política monetaria, algo que en esta columna siempre he resaltado.
Pensar que la emisión monetaria sin respaldo, para financiar un déficit irresponsable no tiene impacto sobre la inflación es, cuanto menos, ingenuo. Es imperante un plan integral que ataque todos los vicios fiscales y los desaciertos monetarios de este país. La devaluación por sí sola no es suficiente. Lo sabe el FMI, lo sabe el gobierno argentino, lo saben las consultoras. Sólo falta transparentarlo en los titulares de las noticias. Stay tunned!