Con el mega anuncio de SIDERSA, ya hay industria en Córdoba perjudicada por el RIGI
Promete invertir U$S 300 millones para fabricar hierro de obra, algo que ya se fabrica aquí e inclusive con Pymes laminadoras. El caso debe llamar la atención de los diputados cordobeses.
Lo que parece ser una buena noticia, puede no resultarlo en Córdoba. Mediante la utilización del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la empresa SIDERSA, presentó un plan de inversión inicial por U$S 300 millones para instalar una planta siderúrgica de última generación en San Nicolás, Buenos Aires.
La iniciativa incluye U$S 100 millones destinados a la tecnología importada y U$S 200 millones a la producción nacional, busca “revolucionar la producción de insumos esenciales como el hierro de construcción”, indicó la empresa.
El proyecto no solo fortalecerá el mercado interno, argumentó la compañía, sino que también “impulsará las exportaciones, asegurando la generación de empleos y el desarrollo económico en la región, agregó la empresa”.
El problema central es que hay laminadoras de capital nacional, una de ellas radicada en Córdoba desde hace medio siglo, que recibirían una nueva, fuerte y desleal competencia con exenciones impositivas, cuando el RIGI fue originalmente diseñado para que los productos elaborados tuvieran destino de exportación y no ventas fronteras adentro.
Desde el vamos, el tema debería ocupar a los legisladores cordobeses que responden a La Libertad Avanza, pero también a quienes están en las filas de la oposición y al gobierno provincial. El gremio de la UOM ya está en conocimiento, según pudo saber CONTAINER.
De la reunión participaron el director de SIDERSA, Hernán Spoto; el CFO, Marcelo Iribarne; y el director Institucional, Pablo Cattoni. También el secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo, que debe desconocer la existencia del rubro laminador en Córdoba.
En el caso de SIDERSA, la aplicación del RIGI permitirá la creación con beneficios tributarios y promociones, de 300 puestos de trabajo directos y 3.500 empleos indirectos en sectores como la recolección de chatarra y la construcción.
Si se hace, esa planta producirá 360.000 toneladas anuales de hierro de construcción, y fue presentado como un “hito significativo, ya que hace 50 años que no se construye una siderúrgica integrada en la Argentina”.
Además de abastecer a las cadenas de producción nacional, el proyecto de SIDERSA tiene previsto exportar el 30% de su producción, lo que equivaldría a USD 100 millones anuales. Esta exportación dependerá de la demanda local, fortaleciendo así la balanza comercial del país, argumentaron.
La iniciativa fue presentada como “una planta única en América Latina por sus altísimos estándares de calidad” y supuestamente “la más sustentable del mundo gracias” a sus tecnologías de reciclado de chatarra, integración de producción y ahorro de energía.
La competencia contra las Pyme locales provendrá no solo por el producto final, sino también en la compra de la chatarra, lo cual es un doble perjuicio.
La construcción de la planta abarcará tanto la etapa de acería como la de laminación, lo que permitirá sustituir importaciones anuales y reforzar, supuestamente, el impacto positivo en la balanza comercial.
Un informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) mostró que la actividad metalúrgica registró una contracción del 19,5% en abril frente al mismo mes del 2023.
SIDERSA cuenta con 68 años de historia en el mercado argentino de servicios siderometalúrgicos, sigue apostando por el país y reinvirtiendo utilidades en proyectos que promueven el desarrollo económico y tecnológico.