Cosas que dejó el voto cordobés
Columna por Walter Giannoni.
La medida del tiempo no alcanza para expresar todo lo que políticamente vivió Córdoba desde el domingo 25. Han pasado siete días que parecen en realidad mucho más que ese lapso. Por momentos, dio la sensación de un regreso al pasado en una máquina de ciencia ficción. Muchas cosas se conjugaron para que esto ocurriera.
Quizás la primera fue que el oficialismo provincial para nada le sacó la diferencia de votos que una especie de inconsciente colectivo de carácter político imaginaba. Hasta ahora, si el conteo definitivo no dice otra cosa, fue un resultado al límite, administrado con alguna inteligencia colectiva por los cordobeses.
Es como que con su voto dijeron los ciudadanos dijeron: si en campaña todos los políticos afirman que para gobernar es necesario dejar de lado las antinomias, las peleas y buscar consensos, pues vamos a ver si lo hacen. Y expresaron en las urnas una voluntad que obligará a una permanente negociación para mantener a la provincia a flote en la tormenta económica nacional que se ve venir.
El peronismo cordobés (y sus aliados) recogió los votos suficientes para retener el gobierno, pero resignó buena parte de su poder. Administrará (nuevamente, de no cambiar en el recuento) los recursos bajo el ojo que se supone debe ser vigilante de la oposición, y tendrá que generar una gimnasia para que sus proyectos y decisiones atraviesen la Legislatura. Por lo menos hasta el momento en que la política se alineaba por partidos (algo difuso en la actualidad donde casi todo es alineamiento por intereses individuales), ese era el rol opositor, cuando tenía algo de peso en la estructura institucional.
El Gobierno ahora llamado Hacemos Unidos por Córdoba tendrá que acostumbrarse a que ya no tiene los 49 legisladores sobre 70 que habían convertido a la Unicameral en una escribanía, y en el mejor de los casos podrá quedar empatado, sin quórum. Deberá generar apoyos en cada tema que lleve para su tratamiento al moderno edificio parlamentario.
Esta novedad puede cambiar también el vínculo esperado por el oficialismo para el caso de retener el municipio. Durante la administración actual de la Municipalidad de Córdoba, los fondos provinciales fluían con entendimiento y velocidad para la realización de obras. Desde el 10 de diciembre, si Hacemos retiene el Palacio 6 de Julio como pretende, es probable que no pueda acceder tan eficazmente a esa herramienta ante los límites que le imponga la Legislatura. Veremos.