Cuentas con el banco: menos acceso a créditos, pero mejor gestión de la mora
Un contexto económico complejo, caracterizado por la inflación, ha dado pie a un comportamiento más restrictivo para la toma de créditos. Un estudio sobre el mercado financiero revela una tendencia dominada por la cautela en este 2024.
Un estudio comparativo revela tendencias en el acceso al crédito y el comportamiento de los deudores en Argentina. A través de los datos extraídos de la Central de Deudores del BCRA y en combinación con información de SIISA (empresa de tecnología aplicada al mercado financiero y buró), se observa una disminución en la cantidad de personas que accedieron a préstamos entre agosto 2023 (56%) y agosto 2024 (50%). Este descenso se enmarca en un contexto económico complejo, caracterizado por la inflación, lo que ha generado un entorno más restrictivo para la toma de préstamos.
En lo que respecta a la dilación en los pagos, a pesar de la menor cantidad de personas que solicitan créditos, el análisis muestra un resultado llamativo: la tasa de morosidad ha disminuido. Mientras que en 2023 el 82% de las personas estaban al día, en 2024 este indicador se incrementó en 4 puntos, llegando al 86% de pagadores a término. El dato es especialmente relevante considerando el panorama económico actual de recesión, en el que se podría haber esperado un incremento en el nivel de morosidad.
En cuanto a los atrasos menores a 90 días, los datos se mantienen estables en un 2%; en ambos períodos, sin embargo, lo más significativo es el descenso en aquellas demoras de pago mayores a 3 meses. Este grupo, considerado más problemático, ha caído 4 puntos porcentuales, pasando del 16% al 12% en el último año. Esto sugiere que, en general, los deudores están gestionando mejor sus compromisos financieros.
Prudencia de las entidades financieras.
El análisis también destaca que los montos promedio han disminuido apenas un 2% en términos reales, ajustados por inflación, situándose en ambos casos alrededor de un millón de pesos. Las demoras menores a 90 días fluctuaron del 94 al 93%; aquellas “más problemáticas” oscilaron del 4% al 5%. Este dato muestra que, a pesar de la caída en la cantidad de personas que acceden a préstamos, los valores otorgados se mantienen relativamente estables.
Lo más llamativo es la relación entre la disminución en la cantidad de créditos otorgados y la caída en los montos totales. En 2024, el número de originaciones fue un 7% menor que en 2023, mientras que los importes otorgados disminuyeron un 8%. Este ajuste refleja la prudencia de las entidades financieras, que han sido más cautelosas a la hora de determinar las sumas a prestar, teniendo en cuenta la capacidad de repago de sus clientes. Las organizaciones parecen estar adoptando una postura más conservadora, teniendo en cuenta el contexto económico.
En un país con 46 millones de habitantes, donde el acceso al crédito fue del 56% en 2023 y del 50% en 2024, la inclusión financiera continúa siendo un gran desafío.
El informe también subraya un punto clave: la tecnología ha jugado un papel fundamental en la reducción de la morosidad. En un mercado donde los créditos directos son cada vez más restringidos, las entidades financieras están implementando herramientas tecnológicas que les permiten gestionar de manera más eficiente los procesos de evaluación, para seleccionar mejor a sus clientes y contar así con una cartera sana.
Sobre este aspecto, Alberto Teszkiewicz, coordinador de Investigación y Desarrollo de SIISA anota: en medio de una coyuntura desafiante, algunas entidades apuestan por la innovación, como una forma de garantizar su rentabilidad, y colaborar, a la vez, con el acceso al crédito de los segmentos históricamente no bancarizados. La digitalización y la automatización de procesos son fundamentales para optimizar la experiencia del cliente y mantener la competitividad en un mercado financiero que está evolucionando rápidamente.