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¿De dónde venimos?, ¿dónde estamos?, ¿adónde vamos?

¿De dónde venimos?, ¿dónde estamos?, ¿adónde vamos?

Por Lic. Nancy Villarruel, Economista.


A 9 meses de la asunción del actual gobierno y a 3 meses de cumplir el primer año los reclamos sociales se han empezado a hacer oír y no está demás analizar fríamente de dónde venimos, cómo estamos y hacia donde podríamos ir. Los dos primeros interrogantes son unívocos, el tercero –claramente– no lo es.

Venimos de septiembre 2023 donde había un riesgo país de más de 2600 puntos, brecha cambiaria encima de 150% e inflación del orden del 10% mensual, aunque solapando precios relativos fuera de foco, tarifas atrasadas y consumo artificialmente inflado. 

¿Dónde estamos? Inflación en un 4% mensual, brecha alrededor del 30% y riesgo país en aproximadamente 1300 puntos. Esto se logró con un gran esfuerzo fiscal sostenido por la población. Es el fruto de un enorme sacrificio. Pero también hay consecuencias: el tremendo nivel de pobreza y la caída de la actividad económica dados a conocer esta semana. Y para el Gobierno, las consecuencias a nivel político se reflejan en una caída de la imagen positiva hasta alrededor del 40%. Vale poner los números, so pena de volver demasiado técnico el análisis, para poner en perspectiva la situación actual.

¿Cuál es la proyección a futuro? Si el Gobierno toma nota de los indicadores que pueden darle una alerta temprana de mesetas o de conflictos; y es asertivo con las medidas para dar vuelta esas situaciones, es muy probable que 2025 sea un año de rebote. Así como el 2024 quedará en la historia como el “año del ajuste”.

Sabemos certeramente de dónde venimos, sabemos más o menos donde estamos parados, pero dónde estaremos en el futuro depende, sin lugar a dudas, de lo que hagamos en estos meses. En particular, de lo que el Gobierno (los tres poderes) haga. Si se sigue en este camino de desregulaciones, achicamiento de un Estado, si se lleva adelante la reforma laboral e impositiva, si se logra desmantelar la enojosa red de limitaciones al acceso del mercado de cambios, si logramos exportar e importar sin restricciones ni permisos burocráticos, es altamente probable que en 2025 la actividad económica consolide la vuelta al crecimiento. 

Si por el contario, el Gobierno sigue sosteniendo el ajuste a costa de jubilados y asalariados, si no aparecen inversiones, si no se restauran los marcos institucionales que hemos perdido hace años y si no se ordena el mercado cambiario es probable que el sector privado se canse de cargar con el peso del ajuste y se achique el margen de maniobra. Y entonces, podríamos volver a septiembre 2023. Stay tunned!

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