De la marcha de la economía al optimismo de la voluntad

Columna por Lic. Nancy Villarruel, Economista.

Hay que saber leer la señal de los tiempos. Puedo equivocarme, pero estamos viviendo épocas cruciales. Esta semana escuché una frase que me hizo pensar: En 2023 Argentina no eligió un nuevo presidente, eligió un nuevo modelo de política económica. ¿Será así? Es pronto para refrendarlo. 

Hasta acá hemos presenciado un ajuste impresionante, aumento de pobreza, suba de tarifas y combustibles, baja drástica de la inflación, mayor desempleo, continúan vigentes la mayoría de las restricciones que configuran lo que llamamos “cepo”. Y la imagen positiva del presidente Milei se mantiene elevada y por encima de la mayoría de los políticos argentinos. Digno de estudio.

Quizás su principal fuerte sea la frontalidad y la disciplina. Durante la campaña prometió recorte de gastos, ajuste, quita de subsidios y freno a la inflación. Ha cumplido cada una de esas promesas. Pero también prometió sacar el cepo y eso aún está pendiente. No hay lugar para dudar de su tenacidad o terquedad, depende quien lo defina, pero estamos todos convencidos que Milei se cortaría una mano antes de elevar un gasto improductivo en este país. Los vetos ejecutados y prometidos dan cuenta de eso. No le teme a la desaprobación de una parte de la población porque sabe que cuenta con el apoyo de la otra.

Pero básicamente –y esta es una opinión personal– porque está convencido de lo que hace.

También esta semana escuché a Cavallo en un evento financiero en Córdoba declararse “optimista de la voluntad” pero reconociendo que en esa característica el presidente Milei lo supera. 

Y a pesar de que la audiencia aprobó con risas y murmullos esa comparación, algunos la creen fervientemente y otros la sostienen por puro voluntarismo. Algunos consideran que es la convicción la que dirige las decisiones de Milei y otros quieren creerlo. Lo cierto es que lleva adelante la economía del país sin que la economía lo lleve por delante. Al menos por ahora.

Empezó septiembre y la jugada clave del Gobierno se está desarrollando: blanqueo y moratoria, dicen que con bastante adhesión. No se sabe cuántos dólares quedarán en las reservas, pero el nivel de adhesión puede servirle para mostrar fortaleza a los mercados. Mientras tanto, Caputo logró pulverizar el dólar financiero y recortar la brecha a menos del 30%. Son datos coyunturales que nos permiten esbozar una sonrisa entre tantas pálidas.

Esperemos que no se cumpla aquello de que: un optimista no es más que un pesimista con mala información. Stay tunned!