Depósito Fiscal Córdoba SA, logística para el comercio exterior desde el centro del país

Con tarifas competitivas y un plan de mejora en infraestructura, DFC realiza entre 350 y 400 operaciones mensuales de exportación e importación. La nueva planta especializada para el despacho de graneles es uno de sus diferenciales.

Por Marcelo Scamperti.

La consolidación para exportación en containers de poroto en bolsas de 25 kilos, al igual que garbanzo y otras mercaderías están entre las actividades que referencian a Depósito Fiscal Córdoba (DFC), ubicado en avenida Las Malvinas 8551, en la capital provincial.

La plataforma logística comenzó a operar en octubre de 2019, luego de obtener la respectiva habilitación por parte de la Aduana. En estos cuatro años, sus prestaciones fueron creciendo “desde el día uno, ganando clientes y mucha confianza”, dice a CONTAINER Franco Kieffer, responsable de Operaciones y Logística. Y agrega: “Es un depósito multicargas, con la ventaja de contar con una planta de silos a granel, que nos puede diferenciar del resto”.

En cuanto a esta instalación, Kieffer explica que está preparada para  realizar exportaciones de carga suelta a granel, generalmente granos. En Córdoba capital es el único depósito fiscal que ofrece este servicio, con una nueva planta que permite agilizar todo el movimiento de carga y descarga, pesaje y verificación para la salida de la mercadería acondicionada sobre el transporte internacional.

“Con esta operatoria, le damos una posibilidad más al exportador que, en lugar de tener habilitada su planta, cuenta con depósito fiscal donde hacer Aduana y venir aquí con el medio de transporte internacional directamente. El cliente se ahorra un camión, un flete nacional”, menciona el ejecutivo.

Esto es posible debido a que DFC invirtió hace un par de años alrededor de 10 millones de pesos en la construcción de una planta nueva, que garantiza en el tiempo de una hora bajar la mercadería del camión, pesar y volver a cargar. Con la nueva infraestructura se ahorran dos horas de trabajo, respecto de la antigua planta, y se pueden embarcar ocho o nueve camiones diarios, en el horario de 8 a 17.

Actualmente, se está llevando adelante una obra en la construcción de baños, un comedor, para ofrecer mayor comodidad a los transportistas.

“El depósito en sí se inició con unos mil metros cuadrados y hemos hecho la presentación en Aduana para habilitar el doble de superficie, para contar con dos mil metros; la obra está terminada y tenemos entendido que está todo bien como para que sea habilitado”, adelanta Kieffer.

En esa habilitación también estaría la parte de cargas IMO (mercancías peligrosas, como combustibles o productos corrosivos), que deben contar con un lugar adecuado y ciertos requisitos de seguridad.

La zona primaria aduanera también fue ampliada y cuenta con un playón de cemento de unos dos mil metros cuadrados para operar, y está toda supervisada por cámaras para facilitar el control del servicio aduanero.

La zona primaria aduanera comprende, en particular los locales, instalaciones, depósitos, plazoletas y demás lugares en donde se realizan operaciones y el control aduanero.

“Lo principal es dar una buena atención al cliente y siempre una respuesta a cualquier requerimiento”, destaca el responsable de Operaciones.

Depósito nacional.

Otro servicio que presta DFC es su depósito nacional, que cuenta con mil metros cuadrados de superficie y donde el cliente puede resguardar parte de una carga de importación una vez liberada. “Tal vez no tenga lugar para llevarla toda a su depósito, puede llevar una parte y otra trasladarla a nuestro depósito y retirarla las veces que necesite”, explica Kieffer. En este momento, este depósito está ocupado en un 85%, bastante saturado de cargas, agrega.

En su plan de mejoras, el Depósito Fiscal tiene una obra en curso para agrandar oficinas en unos 150 metros cuadrados, una atención que se ofrecerá a transportistas, despachantes, surveyors y habituales operadores, que contarán con este espacio para trabajar.