Economía: La recuperación desigual es parte del necesario cambio de modelo
Columna por Walter Giannoni.
Falta un año para las legislativas, pero la clase política nos ha puesto a los argentinos en modo campaña electoral, aunque el camino para recuperar la economía real transite por un complejo escenario de dudas, como acaba de señalar también el Fondo Monetario Internacional.
La incombustible Lilita Carrió, por ejemplo, ya visualizó en su bola de cristal que si Cristina Fernández ganara las próximas elecciones caería el Gobierno de Javier Milei. A Milei se le viene anunciando la caída desde el día dos de su asunción y no pasa, por el contrario, se afirma.
De aquí a esas elecciones aludidas, hay un largo trecho. Antes que nada y que nadie, deberán recorrerlo los resultados de la economía. También para llegar allá aparecen otras cuestiones, como la suerte judicial de la expresidenta, bastante jugada. Pero Lilita, autopercibida dueña de la moral y la ética, levanta el dedo y afirma. En fin.
La marcha de la “macro” es más exitosa de lo esperado. Lo reconocen economista aquí adentro del país y afuera. Todavía no alcanza para dejar del séptimo subsuelo en el que nos dejaron los gobiernos anteriores (Moody’s lo mostró claramente en estas horas), pero desarrolla el intento para salir de ahí. La duda, como siempre, es el stock de dólares.
“Están surgiendo señales de estabilización económica, y la actividad económica se expandió después de abril, aunque el ritmo de recuperación sigue siendo incierto y desigual entre sectores”, escribió el FMI, organismo que ha cambiado mucho su estándar de lecto-comprensión desde 2001 hasta la fecha. Quien sostenga lo contrario, debería repasar las posturas de Horst Köhler y Anne Krueger de aquella época.
Todo indica que esa recuperación desigual entre sectores continuará así por mucho tiempo. Ya no es solo una cuestión económica sino una consecuencia del cambio de un modelo de negocios inflacionario a otro de estabilidad. Eso lleva tiempo. ¿Está mal? ¿Hay que volver atrás?
Uno de los primeros ejemplos de “nuevo día” son los bancos. “Tenemos que volver a trabajar de bancos: hay que analizar muy bien el mercado y enfocarnos en las empresas”, señaló Juan Bruchou, de Brubank.
Y esto, el cambio de paradigma, le va a ocurrir a todas las actividades del país porque vivir sin inflación implica equilibrar la cancha entre la oferta y la demanda, y pelear a diario el negocio.
Si no se hace, da lo mismo que el año próximo gane CFK o caiga Milei. Sería el mismo país de los últimos 20 años.
