
Economía: Los enredos de estar en el Mercosur
Días atrás la región –y sobre todo Brasil- se mostraron preocupados por las declaraciones del funcionario de Carrefour que amenazó con suspender la compra de carne proveniente del Mercosur. Los dichos escalaron lo suficiente para generar polémica al punto que el funcionario debió pedir disculpas por lo expresado. La oportunidad de las declaraciones no fue fortuita; se dieron en medio de las negociaciones entre la UE y el Mercosur para firmar un acuerdo de libre comercio. Finalmente, este viernes el acuerdo -cuya gestación llevó más de 20 años- se firmó a pesar de la reticencia de Francia, uno de los férreos opositores al acuerdo desde hace tiempo y, curiosamente, país de origen de la multinacional Carrefour.
¿Quienes y qué ganan? Sin dudas, los países que conforman el Mercosur ven un gran potencial en este acuerdo para vender sus productos en la región europea ampliando sus mercados, hoy enfocados principalmente en oriente. Las industrias europeas también salen ganado, toda vez que sus productos podrán llegar a nuestra región sin el peso de gravosos aranceles como los actuales que llegan hasta el 35% en algunos casos. Hay tras este acuerdo comercial ciertos objetivos políticos y geográficos que no deben soslayarse, pero que tampoco le restan mérito. China ha reforzado su presencia en la región como demandante de alimentos y materias primas y como proveedor de tecnología, productos industriales y textiles. Que nuestros productos primarios, en su mayoría, encuentren mercado en Europa y que algunos productos industriales europeos, como autopartes y maquinarias, lleguen a los consumidores de esta región es un ganar-ganar y es lo que motivó el acuerdo.
¿Quiénes y qué pierden? Probablemente encabecen esta lista los productores agrarios de Europa que seguramente se sientan amenazados por los productos del Mercosur, pero también China y EEUU que se han abocado a dirimir sus diferencias políticas, ideológicas y diplomáticas con una incipiente guerra comercial cuyos resultados y alcance finales son difíciles de predecir. En pos de proteger las industrias locales, las políticas proteccionistas suelen terminar jaqueando la producción local y encareciendo los productos para los consumidores de los países involucrados. Aún más, si la trifulca actual entre los gigantes mundiales llega a escalar, el mundo entero puede sufrir las consecuencias en términos de desvalorización de monedas, menor oferta de bienes y alteración de precios relativos.
El acuerdo entre la UE y el Mercosur no pudo darse en un mejor momento, y es una clara señal para China y EE.UU., y así lo manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al declarar: “Estamos fortaleciendo esta alianza única como nunca antes y al hacerlo estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo”. Stay tunned!. Stay tunned!