El dólar, las billeteras virtuales y la economía en blanco
Columna por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
La tecnología y la inflación en Argentina están ayudando a blanquear la economía. Antes de tildarme de delirante, déjenme explicar a qué viene esta aseveración.
Hace pocos meses comenté en este espacio que un comerciante había disparado la frase “tenemos que ver cómo ganamos plata ahora que se acaba la inflación”, reconociendo que el mismo flagelo que lima los bolsillos de los asalariados generaba oportunidades para quienes fijaban precios con alto margen y podían reponer stocks antes de que la suba se hiciera efectiva, es decir, antes que los proveedores pasaran la lista de precios actualizada. Pues bien, hace unos días me hicieron este comentario: “se puso duro trabajar en negro porque la gente paga todo con transferencia bancaria o con QR (“Quick Response”, es un código de respuesta rápida, una especie de código de barras).
Enseguida me vino a la mente la imagen de un ex vicepresidente del BCRA, obsesionado con incorporar más la tecnología en las operaciones bancarias y desmotivar el uso del billete para las transacciones diarias. En aquel momento (año 2016) lo tildaron de muchas cosas menos de visionario, pero a la postre, la aparición de las financieras tecnológicas (fintech), la sofisticación de la tecnología y también, ¿por qué no? la aceleración inflacionaria, terminaron por darle la razón.
Por estos días, está muy extendido el uso de billeteras virtuales que eximen de llevar dinero encima y permiten pagar desde transacciones mínimas hasta artículos de lujo. Todo cabe en un Smartphone. Y no es sólo por comodidad y/o seguridad. Mientras el dinero no se usa genera interés y cualquier jovencito de primaria o secundaria sabe cuánto pagan las billeteras más conocidas y por qué deben mantener su dinero allí sino quieren que el simple paso del tiempo desintegre el poder adquisitivo del sueldo, la mensualidad, los ahorros, etc.
Paulatinamente, se le cierra el cerco a la economía en negro, la que evita el pago de impuestos, la que exime de explicar el origen y destino de los fondos. Por años se ha perseguido la evasión y se ha fomentado -con la excesiva carga impositiva- la evasión impositiva. También, se han realizado inspecciones sorpresivas a comercios que terminaban con la faja cruzada en la puerta, para que el desmanejo de la macroeconomía nos dejara a las puertas de una hiperinflación y, junto al explosivo desarrollo tecnológico, termináramos todos fomentando un blanqueo de la economía en defensa de nuestros propios bolsillos y seguridad.
El plan monetario de secar la plaza de billetes para frenar el deterioro de nuestra moneda, también colabora en este contexto limitando la demanda del dólar blue, por inexistencia de billetes físicos que puedan moverse por fuera del circuito formal. Impensadas externalidades de la tecnología y la inflación.. Stay tunned!
