
El Gobierno celebró entrar al bloque de BRICS y dejó una estela de polémica
Lo integran las llamadas economías emergentes, junto con Brasil, Rusia y China. Cancillería pidió no ideologizar la decisión, sino “mirar las cuestiones prácticas y concretas. Pero a parte del empresariado no le cierra.
El Gobierno celebró por cadena nacional la admisión de la Argentina dentro del bloque de las economías emergentes, denominado BRICS por sus integrantes fundacionales Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que para nuestro país representan el 30 por ciento de las exportaciones.
Sin embargo, el anuncio producido el mismo día en que se realizaba el Council of the Americas, cayó pesado entre dueños y ejecutivos de grandes compañías que no lo consideraron “una buena señal”.
En tanto, hay quienes opinan que la postura de Alberto Fernández, quien lo celebró por cadena nacional, es al menos inoportuna a dos meses de las elecciones que pueden significar la despedida del actual oficialismo del gobierno.
Para la Cancillería, estos países nucleados en las Brics representan el 42% de la población, 30% del territorio, 23% del Producto Interno Bruto y 18% del comercio mundial. “Hemos logrado el apoyo de los cinco miembros gracias a un trabajo diplomático muy importante y constante”, destacó el canciller Santiago Cafiero, en línea con un mensaje del Presidente.
Éste puntualizó que los países miembros del bloque “juegan un papel determinante en la exigencia de diseñar una arquitectura financiera mundial que tenga en cuenta las necesidades de crecimiento, comercio, inversión y bienestar social”, en un contexto marcado “por la crisis del sistema multilateral, la desaceleración de la economía mundial, fenómenos de inflación generalizada y la insostenibilidad de deudas externas”, además de “una profundización de la brecha Norte –Sur entre naciones”.
Junto con Argentina, el bloque acordó el ingreso de otros cinco países: Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, entre 23 países postulantes. La decisión se tomó durante la última sesión del foro regional que deliberó en Johannesburgo y la influencia de Brasil fue determinante para la admisión de Argentina.
Los BRICS surgieron en 2008 como un grupo de economías emergentes con un gran potencial en recursos naturales y un crecimiento importante del producto bruto interno (PBI) cuya intención es competir con la influencia global de Estados Unidos en la economía mundial. En especial con el impulso de China y Rusia, hoy socios en la guerra que se está librando contra Ucrania, según anotan los analistas.
Durante un encuentro del Council de las Américas que reunió en Buenos Aires a empresarios, funcionarios y candidatos presidenciales se observó que como telón aparece más bien un paso geopolítico que de una apertura de mercados.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense Alejandro Díaz aseguró que el ingreso del país al BRICS “es un proceso que va a llevar su tiempo, es un proceso más de la próxima administración que ésta. Preocupa la confusión por el mensaje del actual gobierno en comparación con la oposición. No es preocupante en tanto que es algo que tendrá que hacer la próxima administración”, comentó durante el Council.
A Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio, el anuncio le cayó pesado. “Sin menospreciar los sólidos vínculos y fructíferos vínculos comerciales que tenemos con distintas naciones del mundo y que hay que afianzar con un enfoque pragmático, debemos reafirmar nuestra pertenencia al mundo occidental, siendo consecuentes con nuestra historia de defensa de la libertad y de la democracia, que para nosotros tiene que ser fundamental e innegociable”, dijo.
En tanto, para Gonzalo Paz, profesor de política internacional en la Universidad de Georgetown, el anuncio resulta “por lo menos extemporáneo” a pocos meses un cambio de Gobierno en la Argentina. La integración, recordó, se producirá desde el 1º de enero cuando justamente esté arrancando la nueva administración en la Casa Rosada.