
El hub del conocimiento apunta a exportar U$S 1.000 millones desde Córdoba
En el Tecx Summit 2021, la industria tecnológica avisó que va por más. En febrero, la Provincia lanzará un programa que incluye el inglés como parte de la asignatura lengua en las escuelas y un programa de matemática que comprenderá tecnologías y pensamiento computacional.
Con la participación de los principales referentes del ecosistema tecnológico, la “cumbre” Tecx Summit 2021 –que se congregó en Córdoba el pasado jueves 28– puso sus cartas sobre la mesa: de la mano del comercio exterior, apunta a los mil millones de dólares en sus facturaciones de aquí a 2030 y a formar y a retener talentos para contar con 100 mil empleos durante esta década.
Justamente, la cuestión académica y formativa, el aprendizaje del idioma inglés como instrumento vital y competitivo para interactuar con el mundo, contó con un panel específico como asignatura a reforzar.
Al respecto, el ministro de Educación Walter Grahovac adelantó que en febrero la Provincia va a lanzar un programa que incluye el inglés como parte de lengua y un programa de matemática que comprenderá tecnologías y pensamiento computacional, en todas las escuelas.
El grupo Tecx, que hizo su presentación en sociedad con este encuentro, está formado por siete empresas cordobesas, articulado por la Cámara de Comercio Exterior (CACEC); lo componen Promedon, PWC Argentina, Mercado Libre, Evoltis, Globant, Santex y Vates. Sus principales líderes, que expusieron junto a funcionarios, empresarios y figuras del sistema académico, hicieron un llamado abierto a sumar más integrantes a Tecx como camino de articulación.
A la convocatoria de este Summit 2021 se sumó Argencon, la asociación que reúne a las empresas de la economía del conocimiento en todo el país.
En una comunicación por video, el gobernador Juan Schiaretti ratificó la estrategia de posicionar a Córdoba como un polo exportador de economía del conocimiento. Esto, por la vía de garantizar estabilidad fiscal con exenciones impositivas por 10 años, junto con programas específicos, conectividad, y colaboración con las universidades y el sector privado.
“Si queremos crecer interna y externamente, tenemos que estar pegados a los proyectos globales”, sostuvo Alejandro Pedrosa, líder de Prodismo, que vende al mundo ingeniería y robótica (software embebido en producto, describió, cuando “antes fabricábamos hierros”). Como ejemplo, señaló que Ford va a producir su nueva generación de pickup simultáneamente en seis países. “Estamos pegados a los líderes mundiales; si no tenemos acuerdos de complementación empresaria, con empresarios globales, solos no hacemos nada. El negocio lo hacemos juntos”, manifestó.
En tono de autocrítica, María Belén Mendé, rectora de la Universidad Siglo 21, apuntó que “no hemos asumido la responsabilidad de pensar el sistema educativo con un fuerte incentivo a la formación técnica, que es lo que hoy requieren las empresas”. A su vez, planteó: “Por qué el Estado no piensa en aportar dinero para la investigación en las instituciones privadas. Hemos demostrado en ser muy eficientes en el manejo de recursos. Seríamos unos buenos ejecutores y rendidores de cuenta”.
En una década, la industria del conocimiento se incorporó en un mercado global que no existía antes del 2000, anotó el titular de Argencon Sebastián Mocorrea. “La Argentina tiene que proponerse estar ahí arriba, tiene que triplicar o cuadruplicar las exportaciones; Córdoba tiene ese sentido emprendedor”, desafió.
Enumeró que las petroleras, bancos, tienen sus centros de servicios que trabajan para afuera desde Argentina; lo mismo tiendas de moda, que exportan desde su centro de diseño y tecnología instalados en el país.
“Se está generando un nuevo modelo de riqueza que favorecía a la Argentina; ahora no importa estar lejos, sino estar en el mismo huso horario. El mundo giró hacia la Argentina”, dijo Mocorrea.
De todos modos, puso blanco sobre negro la brecha que todavía hay que sortear, con cuellos de botella que van desde la “condición país” al entrenamiento de talentos y, por caso, contar con un país “bilingüe”.
En términos de cifras, la economía del conocimiento en Argentina exporta por cerca de 6.000 millones de dólares, el tercer complejo en importancia detrás del agrícola y por encima del automotor. Pero otros jugadores en el mundo, como Polonia, ya exportan por estos rubros tecnológicos cinco veces más.