Escenarios que desconocemos, oportunidades que vendrán
Columna por Walter Giannoni.
Cualquiera que peine canas (o no las tenga, siquiera) sabrá que la historia argentina contemporánea ha deparado episodios enormemente más graves que los que atravesamos en la coyuntura. Momentos políticos y económicos de tremenda tensión y dureza.
Es como que a los argentinos nos cuesta encontrar la síntesis que nos impulse hacia un futuro diferente, sobre todo centrado en disminuir la altísima tasa de pobreza y en volver a ponerle un horizonte a la clase media (hoy anímicamente destrozada) y a la juventud que es el país de mañana.
El actual es un momento de una delicadeza tremenda cuya evolución parece escalar día a día hacia escenarios que en buena medida desconocemos. Que inclusive la masa intelectual y la clase dirigencial no alcanzan a diagnosticar.
Ejemplo al canto: Aquel país del radicalismo y el peronismo disputando elecciones, derivó en este escenario de coaliciones extrañas, mechadas de uno y otro lado, alimentadas más por la conveniencia personal que por la ideología de la que provienen. ¿Quién iba a presumir esto un par de décadas atrás?
Una inflación anual del 140 por ciento es altísima pero Argentina ya convivió en varias etapas de su historia con índices de precios muy significativos sin llegar a hablar de hiperinflación. Hay quienes se mueven cómodos en ese esquema, en la política ni hablar, pero también en la actividad económica.
El resultado hasta ahora no es el “estallido clásico” sino un derrumbe sostenido, un empobrecimiento paulatino que alcanza a la gente y a las empresas que de verdad creen en los mercados y en la competencia.
Es un repliegue que dinamita oportunidades y al mismo tiempo nos aleja del mundo, ya no del Primero, sino también del que nos rodea con los países vecinos. Para que Paraguay hable, hasta con ironía, de construir un muro en la frontera con Argentina es que ha pasado una película que no vimos.
Así como se dice que la economía de Córdoba es similar a la de todo Uruguay, San Pablo, en Brasil, equivale a la Argentina completa. Lo raro no es el tamaño actual de esa ciudad industrial: tres décadas ellos se miraban en el espejo de la Argentina.
El mejor anhelo es que el país pueda salir sin traumas del proceso político que comenzará en 20 días con las Paso y pueda aprovechar las oportunidades (campo, energía, litio) que al menos en los papeles previos se presentarán desde 2025.