Eurnekian redobló la apuesta por el Corredor Biocéanico Central
La obra consiste en la construcción de un túnel de 52 km de largo bajo la montaña y la puesta en marcha de un tren eléctrico a unos 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar.
El empresario Eduardo Eurnekian reafirmó la intención de los gobiernos y sectores privados de Argentina y de Chile de continuar con el proyecto denominado Corredor Bioceánico Central.
En tal sentido, el Presidente de Corporación América sostuvo que “la integración es el sueño de convertir un mundo dividido en una unidad, los ideales de unos en beneficio de todos. Esto es pensamiento estratégico, intercambio, producción, comercio y posicionamiento”.
Dentro del contexto dado por integrantes de una comunidad que está interesada en el pasado, presente y futuro de las relaciones internacionales, Eduardo Eurnekian explicó su convencimiento acerca de trabajar los proyectos más ambiciosos: “El conocimiento es el conector entre la fantasía y la realidad”.
“Luego de la Segunda Guerra Mundial, las integraciones regionales han traído aparejadas la eliminación de hipótesis de conflictos en los países que las conforman, siendo Chile y nuestro país un claro ejemplo de ello. Compartimos una de las fronteras más extensas del mundo –5.150 km– y siempre hemos solucionado las diferencias de cara al futuro y pacíficamente (…) Ambos países han declarado por sus parlamentos – con fuerza de ley– la decisión de encarar como prioridad estratégica la construcción de este Corredor Bioceánico Central con sus respectivas vías férreas hacia el Pacífico y el Atlántico”, afirmó Eurnekian.
El empresario se refirió a la obra que demandará una inversión de 3.000 millones de dólares y que conectará a ambos países a través de la Cordillera de los Andes. La iniciativa consiste en la construcción de un túnel de 52 km de largo bajo la montaña y la puesta en marcha de un tren eléctrico a unos 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar, permitiendo una operabilidad de 24 horas diarias los 365 días del año, como así también resolver los inconvenientes que se presentan actualmente para el traslado de mercaderías por el paso Cristo Redentor.
El tráfico del Atlántico, que dominó el volumen del comercio mundial durante cinco siglos de historia, actualmente da lugar a una nueva realidad, ya que el correspondiente al océano Pacífico es un 25% mayor. Y la proyección para el 2050 prevé un tráfico de casi el doble del actual. “Argentina y Chile posibilitarán, con esta obra, que 200 millones de sudamericanos tengan salida al Pacífico y que toda esa región llegue con sus productos al corazón de Sudamérica”, asegura Eurnekian.