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Grido expande su comercio exterior en la región  y analiza el mercado chino

Grido expande su comercio exterior en la región y analiza el mercado chino

Con un acuerdo en marcha con Bolivia, la empresa también “está en conversaciones” con Perú, Brasil y China para llegar con sus productos. En los próximos años, se focalizará en colocar en el exterior el excedente de su producción. Cómo cambió la configuración de su negocio por la pandemia y cuáles son los planes para su modelo de heladería social.


Por Natalia Riva.


La pandemia trajo a la fábrica cordobesa Helacor SA aires de cambio y expansión. La propietaria de la marca Grido consolidó la decisión de explorar nuevos países y apostar al comercio exterior, modificó la configuración de su negocio con el crecimiento de nuevos canales como el delivery y el mayorista, e hizo crecer el modelo de heladería social con su segunda marca Vía Bana.

Actualmente, la empresa –que produce 70 millones de kilos de helado al año-  tiene presencia en Chile, Uruguay y Paraguay. Ese mercado externo representa el 5% de las ventas totales.  El objetivo es aumentar la exportación y llegar a un 20% en los próximos cinco años: Bolivia, Perú, Brasil y China son las próximas aspiraciones. Para esos países apuesta a un nuevo modelo de exportación que no está relacionado con las franquicias sino con vender sus productos a otras cadenas de heladerías.

Hoy lo más firme es el acuerdo que tiene con Bolivia, hacia donde realizará una exportación a un cliente que no es franquicia. “Es la primera vez que nos compran un producto a ‘fasón’, es decir, fabricamos el bombón crocante y el bombón vainilla split con la marca del cliente”, cuenta a CONTAINER Sebastián Santiago, director Comercial de Helacor y agrega que se trata de la cadena de heladerías Delizia, la más importante de ese país.


Sebastián Santiago, director Comercial de Helacor


El acuerdo consiste en proveerles esos productos al menos por un año; son en total unos 12 camiones que trasladarán 360 kilos de helado. Está previsto que el primer camión salga el mes que viene. Al colega boliviano lo conocieron por ser parte de un consorcio internacional de fabricantes de helado que reúne a más de 20 países del mundo. “Es un consorcio privado que tiene una modalidad de trabajo colaborativo, cuando nos reunimos cada empresa presenta sus últimas innovaciones, sus modelos de negocios, se comparten experiencias. Estamos empezando a comprar y vender productos entre nosotros. Desde Helacor analizamos la cartera de productos de otros países para lanzarlos en este mercado”, resalta.

Si bien aún están “en conversaciones”, Perú y Brasil se presentan como los próximos destinos. Aún más incipiente es el posible acuerdo con China. En todos los casos, la finalidad es exportar productos puntuales que la fábrica cordobesa tenga como capacidad ociosa. “Estamos saliendo con mucha fuerza a captar nuevos clientes en el exterior, allí está puesto nuestro foco. Somos muy competitivos, tenemos buenos precios y buena materia prima, sumado a una fábrica con muy buena tecnología y capacidad de producción. En el mundo estamos prácticamente al 50% del precio por kilo de helado de exportación, lo que nos hace pensar que vamos a poder crecer y colocar este excedente de producción”, proyecta Santiago.

Por precaución, cuando se decretó el aislamiento la empresa decidió cerrar por 15 días las franquicias de los cuatro países donde tiene presencia. Cuando tuvieron certeza que el “rubro entraba dentro de la categoría habilitada para comercializar” abrieron sólo delivery. En abril cayeron sus ventas 80%, y fue el momento en que comenzaron a preparar la nueva estrategia comercial orientada a este canal.  “El delivery empezó a traccionar la venta y en mayo estábamos vendiendo casi el 80%, en junio ya vendíamos lo mismo que otros años, y desde julio hasta ahora venimos creciendo. La curva tuvo una caída abrupta pero se recuperó rápidamente”, destaca el empresario.

Lo que sí se modificó es la configuración del negocio. Ahora la venta de mostrador está en 40% cuando antes representaba el 90%, y se migró al delivery (que está creciendo 700%), al canal mayorista y al gastronómico. “Hay mayor capilaridad de los distintos canales comerciales y es mucho mejor porque antes sólo se concentraba en el mostrador. Esta diversificación va a permanecer y va a aportar más al aumento del consumo del helado por tener participación en más puntos”, asegura Santiago.

Apuesta: las heladerías sociales.

La pandemia también ayudó a expandir la segunda marca Vía Bana a través de un modelo de heladerías sociales que se lanzó a finales del año pasado. Con una inversión muy baja de 50 mil pesos, financiada por Helacor, un emprendedor puede tener su “heladería social”. Hoy están operando unos 200 puntos de venta en todo el país y proyectan que para la próxima temporada (agosto-abril) se sumen unos 500 más, con un promedio de 20 aperturas semanales. “En este contexto mucha gente encontró una salida laboral con este modelo social. El objetivo es consolidar el formato en Argentina, pero teniendo en cuenta la realidad de muchos países de la región, creemos que es un modelo muy exportable hacia adelante”, finaliza Santiago.

 

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