¿Hay plan? Qué piensa Roberto Urquía a ocho meses de AF en el Gobierno
El líder de AGD actuó muchos años en gestión pública y en el Congreso. En su visión estratégica ubica a la agroindustria en el centro de un modelo demográfico para descongestionar las grandes urbes y crear empleo.
Por Carlos Petroli
Editor de Container
Rara vez los contenidos mediáticos lo tienen como protagonista. Pero, como en las reglas del fútbol, los intereses y opiniones de Roberto Urquía ejercen “posición e influencia” en las decisiones de más de un gobierno.
En noviembre de 2019, días después de las elecciones que consagraron a Alberto Fernández como Presidente, el cisne negro del Covid-19 aún no figuraba ni en los peores sueños. En ese momento, en una entrevista con Container, el referente agroindustrial ponía el acento en los plazos: el nuevo gobierno requeriría de seis a nueve meses “de tranquilidad”, como punto de partida para reestructurar parte de la deuda con acreedores internacionales (lo que acaba de ocurrir a principios de agosto). Una puerta indispensable, sostenía, para pensar en atraer nuevas inversiones.
A ocho meses de AF en la Rosada ¿qué piensa hoy Urquía? El líder de AGD hizo mutis en la prensa sobre el intento de expropiación de Vicentín, que encontró amplio rechazo entre los empresarios.
Pero sí acaba de dar referencias de lo que piensa respecto de la hoja de ruta en materia agroindustrial. Lo hizo durante un diálogo online con el periodista Ezequiel Melano, desde el portal de la Cuarta Feria Industrial de Río Cuarto. En esa entrevista, Urquía dijo que sigue trazando escenarios junto a un equipo que lo acompaña desde la época que fue legislador en Córdoba y en el Senado de la Nación.
En esa presentación enumeró varias medidas legislativas, que permitirían, en un plazo de cinco años, escalar la producción de granos de 140 millones a 200 millones de toneladas. Y de la mano de este aumento avanzar en opciones en el agregado de valor (carnes y distintos derivados agroindustriales). Urquía asocia esta estrategia a un paulatino cambio demográfico y de generación de empleo en el interior. “Hay que descomprimir a los grandes conglomerados urbanos”, dice.
En esta dirección considera válida la propuesta que el Gobierno está negociando con China para un programa de inversiones en granjas porcinas. A la vez, es partidario de políticas activas (diferenciales) para impulsar desarrollos en el NOA, NEA, centro y noreste de San Luis, noroeste de La Pampa, norte de Río Negro.
Estas ideas tienen sintonía con el plan que presentó el Consejo Agroindustrial (CAA) ante referentes del Gobierno y del Congreso, que apunta a crear 700.000 nuevos empleos y llevar las exportaciones a 100.000 millones de dólares anuales.
El apoderado de AGD anota un paquete de leyes agrícolas que incluyen la de semillas, promoción del uso de fertilizantes y nueva ley de arrendamientos.
Urquía pone de relieve que la Ley de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) de Córdoba “es una referencia de alcance internacional” y deja una enérgica reflexión sobre las objeciones ambientales que le llueven al agro. “Con los mapas satelitales, la pandemia ha demostrado que los focos contaminantes del planeta son las grandes urbes, no el campo. La huella de carbono es una herramienta que han utilizado los países desarrollados para bajarnos los precios. Tenemos que tratar de evitar que esto ocurra, porque es fruto de una historia que no le hizo nada bien al planeta ni al mundo”.
Esta nota fue publicada en la edición digital de la Revista Container del 22/08/2020.
