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La demanda mundial crece, pero los expertos del agro se preguntan: nuestra oferta, dónde está

La demanda mundial crece, pero los expertos del agro se preguntan: nuestra oferta, dónde está

La Fundación Producir Conservando, integrada por empresas, productores y técnicos advierte que la sequía es solo el árbol de un bosque más espeso: el estancamiento agrícola que no permitió capturar los excelentes precios internacionales.


Por Carlos Petroli, Especial para Container.


El estancamiento de la agricultura argentina de los últimos cinco años es el foco de preocupación sobre el cual la Fundación Producir Conservando (FPC) asienta su última columna editorial. Consigna que en este lustro se produjeron en el país 129 millones de toneladas de granos en promedio por campaña, lejos de los 150/155 millones de toneladas en los que deberíamos estar.

Como resultado, este resbalón no permitió capturar los excelentes precios internacionales de las commodities de los últimos tres años. Ahora,  además, producto de las condiciones climáticas de la actual campaña, la caída productiva es de algo de más del 40 por ciento.

Nuestros productos estrella en el mundo (soja, maíz, trigo, carnes y otros tantos) pierden presencia en los mercados año tras año, mientras que nuestros competidores crecen fuertemente y capturan nuevas oportunidades.

El desafío del 2023 –dice la FPC- ya no es cómo cerrar el año, sino plantearnos qué vamos a hacer para poder lograr finalmente salir de nuestro laberinto cortoplacista, que beneficia solo a algunos y perjudica al país. Hoy mucho más que en otros momentos, ya que al potencial de la cadena agroindustrial ante la demanda de alimentos se suman la demanda de energía (gas y petróleo) y minería (litio y otros).

La columna observa que desde 1941 a hoy –según los datos de Agritrend SA sobre base de información oficial–, nunca se registró una caída interanual tan importante como la de la actual campaña. Esta cerraría según algunas estimaciones en 75/80 millones de toneladas frente a los 133 millones de la campaña 2021/2022. Esto implica una reducción del 40-45%, o algo más.

El segundo dato importante fue la sequía de 2008/2009, que produjo un deterioro del 37% al registrarse 61 millones de toneladas versus los 97 millones de la campaña anterior.

El fenomenal deterioro productivo del presente ciclo agrícola es el que genera la cifra de caída en el ingreso de divisas por exportaciones de 18/20 mil millones de dólares, sumados al enorme golpe que se registra en el valor total de la producción, que impacta directamente en toda la cadena agroindustrial y en el movimiento económico del país.

Por derechos de exportación, el fisco no dispondrá de más de 3.000 millones de dólares. El Gobierno apeló a la “magia” del dólar soja I, luego el II y ahora el III; el dólar para las economías regionales y otros tantos dólares para tratar de recaudar, a lo que se suman todo tipo de regulaciones detrás de ganar tiempo, observan los productores.

Para la FPC es un buen momento para ponernos a trabajar seriamente y hacer realidad el potencial de la cadena agroindustrial, el de la energía y el de la minería, para construir un país más inclusivo y justo.

Con este propósito, será necesario un acuerdo común sobre los 4/6 ejes centrales con vistas a los próximos 30 años. Y ser capaces de mantenerlos en el tiempo, como lo han hecho nuestros vecinos.

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