La otra herencia: se agudizaron los problemas de la industria para continuar con la producción
Así lo determina un relevamiento de la UIA. También los fabricantes de autopartes afirmaron que deben unos U$S 1.000 millones a proveedores externos.
La Unión Industrial Argentina (UIA) realizó un relevamiento a más 550 empresas, que indicó mayores tensiones en el entramado productivo. Se trata de la “otra herencia” que dejó el Gobierno kirchnerista: el sector fabril entrando al túnel de las turbulencias.
Las empresas encuestadas expresaron que se agudizaron las dificultades para sostener los niveles de producción, mientras que en las restantes variables relevadas (ventas, exportaciones, empleo e inversiones) predominaron las empresas con caídas por sobre las que registraron subas.
En la proyección de actividad hacia el futuro, advierten una baja de la actividad, explicado por imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción, aumento de la deuda comercial y una creciente tensión en la relación con los proveedores.
El último relevamiento del año indicó que se agudizaron las dificultades para sostener la producción. Se registraron niveles más bajos en las distintas variables de producción, ventas, exportaciones, empleo e inversiones.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI), que adelanta el ciclo de actividad industrial, volvió a encontrarse por debajo de 50 por sexta vez consecutiva y tocó un nuevo mínimo en la serie, reflejando la complejidad que atraviesa el tejido productivo sobre el cierre del año.
Se mantuvieron las dificultades en la gestión y sobre todo en los pagos de SIRA y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la producción, situación que tensionó la cadena de proveedores, la disponibilidad de insumos y derivó en un aumento de la deuda comercial.
Las expectativas para el próximo año mostraron un retroceso, luego de la mejora que se había visto a mitad de año.
También la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC) abordó una crítica situación. En un comunicado de prensa, precisó que “de acuerdo a un reciente relevamiento, unas 95 empresas autopartistas tienen al 30 de noviembre de este año un stock de deuda de US$585 millones, de los cuáles US$523 millones son deuda comercial de bienes y US$62 millones servicios”.
“Esta deuda se ha incrementado un 57% en relación al 31 de diciembre de 2022 permitiendo inferir que la deuda total del sector autopartista se acerca a los US$1.000 millones”, sostuvo la entidad que remarcó “la fuerte tensión con los proveedores externos por no poder dar cumplimiento a las diversas fechas autorizadas y pospuestas reiteradamente” para efectuar los pagos.