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Largó la campaña de Córdoba y ya se rompió una tradición

Largó la campaña de Córdoba y ya se rompió una tradición

Columna por Walter Giannoni.


La campaña electoral para la Gobernación de Córdoba comenzó a acelerar y, aunque faltan todavía definiciones importantes, en ese arranque muestra una dinámica que la diferencia de otras ocasiones.

Entre los datos importantes, sin duda que la fecha concreta de la elección provincial es el más relevante. Para el oficialismo no existe ninguna mora en la fijación del domingo electoral. El 25 de junio, en apareciencia, le llevaría alguna ventaja al 2 de julio. Por estos días (si no son horas) se conocerá esa precisión.

La fecha de las elecciones en el municipio capitalino es también otro dato crucial. El intendente Llaryora –candidato a gobernador– ha dicho que para él deberían ser lo antes posible, una forma de anticiparse a la oposición que no ha definido todavía sus candidaturas.

Luego, precisamente, la fórmula de Juntos x el Cambio está en esa platea de indefiniciones. ¿Será Juez o será De Loredo el candidato? ¿Habrá una fórmula Juez-De Loredo o será De Loredo-Juez? ¿Irá De Loredo también de candidato a intendente de Córdoba?

El acompañante de Llaryora en la fórmula no es una definición menor. El riocuartense Juan Manuel Llamosas ha mostrado su firme intención de estar en el binomio. Pero Schiaretti debe decidir si no será su esposa, Alejandra Vigo, quien ocupe la postulación. ¿Y Natalia De la Sota tiene chances? La elección del postulante a la viceintendencia, también está en esa lista de pendientes. Por lo pronto, la campaña arrancó de una manera diferente. En sus primeras expresiones como candidato, Llaryora quebró una tradición inaugurada por De la Sota y seguida en otras campañas por Schiaretti: no aludir directamente a sus adversarios y evitar la confrontación.

En su fuerte discurso de apertura de sesiones, el intendente se refirió a las cosas que a su criterio no realizaron quienes lo precedieron en el cargo, salvo el extinto Rubén Martí. Fue singularmente duro con su predecesor, Ramón Javier Mestre. Lo acusó, por ejemplo, de no haber llevado agua potable a barrios donde habitan 100 mil cordobeses, cuando en realidad la expansión de ese servicio era potestad de la provincia que gobernaban alternativamente De la Sota y Schiaretti. Recién ahora, la concesión está en manos del municipio.

No se conoce si Llaryora transcurrirá el resto de la campaña con ese estilo. Más bien se esperaba que la confrontación viniera por el lado de Juez, abrazado a la bandera de la inseguridad. Habrá que ver. Esto recién empieza.

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