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“Nuestros quesos” en Córdoba: una puerta en el laberinto de los precios

“Nuestros quesos” en Córdoba: una puerta en el laberinto de los precios

Los referentes de las pyme que están posicionadas en el mercado interno y la exportación consideran que el 2023 fue un año complicado por la inflación y la estrategia cambiaria. Saludan las “medidas electorales y tardías”, como la suspensión de las retenciones lácteas.


Por Carlos Petroli, Especial para Container.


Pablo Villano y Javier Baudino, referentes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas.


La promoción y el marketing en las cadenas de valor nunca están de más, son la cinta que acerca los productos a los consumidores. Y “la noche de nuestros quesos”, sus vínculos con el sector gastronómico, se han convertido en un clásico en Córdoba para mostrar las bondades de la cadena y de la industria, en su octava edición. 

“Cuando un queso de calidad llega a un mercado, tanto interno como del exterior, hay un origen en 3.000 productores lecheros cordobeses y tantas pymes que agregan valor”, sostiene durante la degustación el ministro Sergio Busso, acompañado por los referentes de Apymel, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, promotores del encuentro.

Para degustar las distintas variedades, se armó un recorrido de siete postas, en base a las familias de quesos y sus características. bajo la coordinación  del chef Andrés Chaijale.

Ante CONTAINER, los queseros pyme analizan el impacto de la estrategia cambiaria y de precios del Gobierno dentro del contexto inflacionario y la campaña electoral. “Durante la pandemia y los meses posteriores podíamos llegar por lo menos a trasladar hacia los productos finales todo lo que aumentaban nuestros costos. Eso empezó a tener dificultades este año y se produce una paradoja: el productor tambero recibe menos, por debajo de sus costos, y nosotros como industria estamos pagando más de lo que tenemos como poder adquisitivo”, resume Pablo Villano, titular de Apymel.

Las últimas medidas (“electorales y tardías”, según definen en la actividad) ponen oxígeno en un año complicado. Entre ellas la suspensión de los derechos de exportación y el dólar 70-30, que incluye a la producción láctea. “En este caso no fuimos discriminados, pero estamos con un precio atrasado, preocupados porque no podemos trasladar la inflación a los productos por una cuestión de competitividad”, anota Villano. 

En paralelo, el día a día del comercio lácteo se observa en el comportamiento de la demanda, un termómetro que describe Javier Baudino, de la empresa La Varense y titular en Córdoba de la Asociación. Una primera observación es que el mercado interno viene decreciendo por la falta de poder adquisitivo de los consumidores, con un detalle: dentro de la cadena alimenticia los precios de los lácteos no han seguido al ritmo de la inflación “a pesar de que la gente se queja”.

El otro gran punto, la estrategia cambiaria oficial. La industria lechera no le pudo seguir el tren al dólar soja en los valores abonados por la leche a los productores –que arrancó en el segundo semestre de 2022—y quedó fuera de foco también en la exportación (incidencia del atraso cambiario).

“Ahora, con las últimas medidas electorales que lanzó el gobierno hay expectativas de poder colocar afuera una buena cantidad con un precio al productor que estará más cerca de sus expectativas”, menciona Baudino.

La relación a la que se aspira en la actividad es que el productor lechero reciba el equivalente a un kilo de soja por litro de leche. El desdoblamiento cambiario y las últimas medidas oficiales llevaron a la soja cerca de los 200 pesos por kilo. Y la leche en tranquera de tambo “se quedó” en 120. “Hoy se está recuperando de a poco, gracias a que la industria puede liquidar el dólar combinado. Nos pasa lo mismo en el mercado interno donde algún incremento va a estar reflejado por el valor de la leche”, indica Baudino.

Las perspectivas 2024 están atadas a las decisiones económicas que tomará el nuevo gobierno. “Si el tipo de cambio es competitivo, podemos seguir exportando, y eso significa tener a nuestro mercado interno abastecido, pero no sobre ofertado”, observa Villano.

Las pymes que elaboran quesos en la región esperan que el comercio internacional se reactive, en particular por el lado de China. El retiro del coloso asiático en el último año incidió en que los precios declinen. “La porción que exportamos estuvo marcada en que este año el contexto internacional no fue bueno y las medidas del gobierno fueron tardías, no vamos a superar más del 20 por ciento del total de la producción. El año pasado se dieron buenas condiciones y llegamos a estar casi en un 35% de exportación”, anotan los directivos de Apymel.

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