
Nuevos invitados a destruir el comercio exterior argentino
Columna por Walter Giannoni.
Si en algún momento de nuestra historia los argentinos nos hubiéramos empeñado especialmente y con ahínco en destruir el comercio exterior del país quizás no lo habríamos hecho tan bien como está saliendo en la actualidad.
En febrero de 2013 se manifestó el primer saldo negativo de la balanza comercial desde la gran crisis de 2001 (U$S -11 millones en marzo de ese año) y a partir de ese momento la performance combinó superávits y déficits, con meses mejores y peores pero sin recuperar nunca la fortaleza de otros tiempos. Luego, los números en “verde” se consiguieron, pero a partir de un fuerte cerrojo en las importaciones, con múltiples restricciones, medidas y cepos que nos han traído hasta aquí.
Aún con todas esas cadenas, no alcanza: de los siete meses contabilizados estadísticamente por el Indec de este 2023, seis están en negativo. En julio se registró el menor déficit del año (U$S -649 millones), pero las importaciones para la producción están reducidas a una exigua expresión.
La deuda acumulada por el sector privado por las importaciones presenta números impresionantes: la consultora Ecolatina afirma que suma U$S 34.300 millones de dólares. Desde 2022 aumentó el 36%, estimó. Muchas empresas no saben cuánto valdrá el dólar cuando tengan que pagar las importaciones financiadas a seis meses. Asimismo, el acuerdo con China para emplear yuanes en el intercambio muestra una contabilidad opaca, nadie sabe con precisión cuánto se paga y cuánto se debe en realidad, ni el Banco Central. Se agrega la grave problemática para el pago de fletes, con derivaciones increíbles como que algunas compañías deben apelar a su propia flota de vehículos para traer insumos desde Brasil. Inviable.
Massa promete que esto se solucionará en 2024, cuando vuelvan los dólares del campo y se gaste menos en la importación de energía (cuenta que ha sido bastante benévola este invierno).
Sobre todo eso, aparecen nuevos invitados: a uno de los candidatos presidenciales con mayores chances se le ocurre afirmar que descartará acuerdos con China y Brasil. Trascartón el Gobierno adhiere al bloque de los BRICS, que también es rechazado por el mismo postulante mencionado y por quien salió segunda en las Paso. Las explicaciones de que no habría acuerdos de Estado a Estado pero sí entre particulares son sencillamente ridículas.
Es difícil pensar que se puedan hacer más cosas para descolgar a la Argentina del mundo. De verdad, lo estamos haciendo con mucha eficiencia.