
Para el mercado, el jenga de Milei sigue equilibrado
Al igual que en el jenga, el Gobierno acaba de mover una pieza clave que amenaza con destartalar toda la ingeniería del programa económico. Al menos, eso es lo que algunos analistas entienden.
Al haber eliminado la mayoría de las restricciones al acceso al dólar y dejar flotar su precio entre bandas, muchos apuestan a que la inflación mostrará un salto en los meses venideros. Si se materializara esa proyección por más de uno o dos meses, se caería el mayor logro de esta gestión, su principal laudo y sustento en la opinión popular, haciendo peligrar un resultado favorable en las elecciones de medio término. Restan por delante reformas profundas en materia laboral, impositiva y de las jubilaciones que requerirán, sin duda, el apoyo de la mayor parte del arco político. Esas también serán piezas cruciales que deberán moverse con suma cautela e inteligencia, buscando el equilibrio entre el empresariado, la justicia, los asalariados, los jubilados y la casta.
Lo curioso es que el mercado no está considerando la posibilidad de que la inflación se desmadre. O le asigna muy baja probabilidad. Y en parte esa es –hasta acá- una victoria para el Gobierno en estos primeros días de flotación. Es decir, para el mercado la estructura del jenga sigue firme.
No obstante, hay un factor importantísimo que cada tanto pone en jaque la torre de madera: Trump. Sus idas y vueltas en materia arancelaria, su intromisión en la independencia de la Reserva Federal, sus aires de líder mundial pretendiendo resolver cuestiones bélicas a su conveniencia han llenado al planeta de incertidumbre. Cada semana pareciera abrir un nuevo frente de conflicto con el que se ensaña hasta que el mercado o sus asesores lo convencen de frenar. Pero el daño ya está hecho, la duda está sembrada y los temas parecieran quedar en una nebulosa, sin solución definitiva.
Para Argentina, que se está esmerando y sacrificando para levantarse de años de estancamiento y volver al mercado que le fue vedado por ser incumplidor serial, las turbulencias financieras de este primer cuatrimestre han ralentizado el envión que traía. El riesgo país venía en constante caída pero tuvo un alza de casi 100% producto de la caída en los mercados por la volatilidad que trajo la guerra arancelaria. Los resultados iniciales del levantamiento casi total del cepo trajeron calma a las cotizaciones y ya hemos revertido gran parte de esa suba. Nuestra estructura está firme. El Gobierno parece manejar las piezas con destreza. Dependemos de que el aleteo de algún cisne negro no nos desparrame las piezas. Stay tuned!