Productores de Argentina, Brasil y EE.UU., con la misma camiseta en el Mundial del Maíz
La Alianza Maizall, integrada por los principales exportadores mundiales, resiste en bloque las amenazas comerciales y regulatorias, y se mantiene en guardia ante el Pacto Verde europeo y las vedas a los transgénicos.
Por Carlos Petroli, Especial para Container.
Brasil, considerado la “Arabia Saudita del agro” como émulo de esta potencia petrolera, se ha sentado alrededor de una misma mesa junto a la Argentina y los Estados Unidos. Las tres potencias maiceras se pusieron la misma camiseta y desde hace casi una década componen una alianza internacional formada por las asociaciones Maizar de Argentina (este año a cargo de la presidencia rotativa), Abramilho de Brasil, y dos entidades estadounidenses (U.S. Grains Council y la NCGA, que agrupa a los productores del corn belt).
Durante el multitudinario Congreso Internacional de Maíz que se realizó en el centro de convenciones Córdoba, sus referentes enviaron un claro mensaje: “Si queremos alimentar al mundo, tenemos que hacer algo juntos, no separados”, afirmó Bernhard Kiep, representante de Abramilho.
En diálogo con CONTAINER, el argentino Federico Zerboni, presidente de Maizall, apuntó a la iniciativa europea “De la Granja a la Mesa” (Farm to Fork) que establece una serie de metas y disposiciones para la producción y el consumo en las próximas décadas. “Hay una política basada en el ´Acuerdo Verde´ de la UE, que no sólo influye en Europa sino también en terceros países, como los nuestros, limitando nuestras exportaciones, no solo en Europa sino en otros países también. Límites a los productos que se consumen y en los temas ambientales. Es muy peligroso que ellos digan cómo tenemos que producir. Por eso vamos a los distintos foros a defender y a explicar nuestro sistema de sustentabilidad; que no nos pueden imponer desde Europa una sustentabilidad cuando tenemos climas distintos, ambientes y situaciones socioeconómicas distintas. Siempre decimos que la sustentabilidad no es sólo ambiental, sino también social y económica”, se explayó Zerboni.
En este escenario, los tres países resolvieron actuar en conjunto porque producen el 50% del maíz en el mundo (unos 500 millones de toneladas por campaña) y proveen más del 80% del mercado de exportación. “Es muy importante estar en esos foros (como en Bruselas, sede de la UE), porque defendemos nuestra postura muy clara de que no vamos a cambiar nuestro sistema productivo porque ellos lo pidan, porque estamos seguros de que ese es nuestro mejor sistema para nuestro ambiente y para nuestro sistema socioeconómico”, remarcó Zerboni.
En la entrevista, le dedicó una especial observación a México, que por un decreto presidencial dispuso vedar a partir del año próximo la importación de maíz transgénico. “Fuimos a explicarles que el maíz que se produce y se exporta en el mundo es todo transgénico. Si ustedes no lo quieren comprar no lo hagan, pero no van a conseguir maíz en otro lado”, relató.
“Este es un tema religioso, filosófico, y dicen que no van a cambiar. Pueden tener un problema muy serio, porque si no se aprueban en estos países importadores los eventos transgénicos, también es ilegal exportarlos”, observó el presidente de Maizall.
La alianza entre los principales productores de maíz también ha tomado nota de que el 60% de la población mundial vive en Asia. “Esos mercados tienen que comprar alimentos, porque no los pueden producir. Entonces, no solo se puede exportar maíz, como se exporta a Vietnam, sino ver cómo podemos exportar valor agregado, con carne, con leche, con otros productos desde acá de Argentina”, resumió Zerboni.
La estrategia con los biocombustibles. De impecable traje “confeccionado con tela de almidón de maíz”, Pedro Vigneau, presidente de la Asociación Maizar, dijo a CONTAINER que los productores están de acuerdo con la propuesta del gobernador Juan Schiaretti de elevar los cortes en la composición de biocombustibles en las naftas y el gasoil.
“En un país que importa combustibles, que se les van dólares que no tiene, y que exporta maíz en grano, pareciera ilógico no pensar en subir los cortes de etanol”, observó, para agregar que los motores flex ya se producen en la Argentina (se exportan a Brasil) y se puede llegar hasta un 27% de adición sin tener que importar la tecnología.
En 2021, la Argentina exportó el 78% del maíz que produjo en grano, mientras se disponen más de 4.000 diferentes usos en su procesamiento industrial. “Yo podría culpar a otros y ponerme en víctima, pero lo que nos falta es que seamos protagonistas, que salgamos a contarle a la sociedad esta oportunidad, que ocupemos los lugares en la política que hay que ocupar para contar esta historia, esta oportunidad que tiene nuestro país”, afirmó el titular de Maizar.