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Ricardo Arriazu y su apoyo total al plan de Milei para cambiar la economía

Ricardo Arriazu y su apoyo total al plan de Milei para cambiar la economía

“Están haciendo lo que siempre creí que había que hacer”, reconoce en medio de su crítica al FMI que “no entiende cómo funciona una economía bimonetaria”. Opina que para eliminar la inflación, se requiere estabilizar las dos unidades de cuenta, el peso y el dólar.


¿Superaremos nuestra historia de frustraciones? es la consigna que desarrolló Ricardo Arriazu (foto) en el cierre de Perspectivas Summit 2024, donde marcó contundentes definiciones de apoyo al programa de reformas diseñado por el gobierno de Javier Milei.

Economista de vasta experiencia internacional, socio fundador del Estudio Arriazu Macroanalistas, menciona que retornó a la Argentina en 1974 “creyendo que iba a contribuir a que el país cambie, y claramente fue un fracaso; sigo esperando que cambie. Llevamos 120 años de decadencia, entre decadencia relativa y decadencia absoluta”. 

Le interesa explicar “por qué crecimos entre 1870 y 1900, en un país que venía de una grieta mucho peor que ésta, y de golpe nos convertimos en la China del mundo. Tenemos que identificar qué hicimos bien, porque lo tenemos que repetir. Hicimos bien una Constitución, basada en la propiedad e iniciativa privada, derechos y obligaciones, una Justicia relativamente independiente, con leyes estables e inserción en el mundo”.

“Lo tenemos que repetir exactamente; el primer discurso de Milei fue eso, y los tres primeros puntos del pacto de mayo son exactamente eso. A Milei no lo conozco, no me gustan las formas, pero voy a juzgarlo en función de lo que están haciendo, y esos tres puntos son las reformas institucionales entre las muchas reformas que necesita Argentina”, remarca.

A continuación, algunas definiciones de Arriazu durante su intervención en el panel que condujo Martín Polo, Estratega en Jefe de Cohen Aliados Finncieros.

-Una de las cosas que Argentina tiene que hacer en primer lugar es evitar las crisis de balanza de pagos y eso solo me evita los años negativos y me eleva la tasa de crecimiento.

-Todo programa económico tiene dos partes: una es bajar la inflación, realinear precios relativos, solucionar el sector externo, y otra parte son las reformas estructurales. Sin la primera nunca llego a la segunda, sin la  segunda, la primera no aguanta.

-Lo primero que hay que entender es que Argentina es una economía bi-monetaria, que funciona totalmente distinta a una economía de una sola moneda. El argentino piensa en dólares. El problema es que esto no lo enseñan, y los economistas están formados como les enseñan. El Fondo no entiende una economía bimonetaria. Si tengo una economía bimonetaria, para eliminar la inflación tengo que estabilizar las dos unidades de cuenta, el peso y el dólar. El peso, dejando de emitir, y el dólar, estabilizándolo. Detrás de eso está la situación fiscal; si tengo déficit, me impide dejar de emitir, y es lo que me genera el déficit externo. Mi sorpresa fue ver que en el programa pusieron dos anclas: la fiscal y la monetaria; entonces en ese momento dije acá hay alguien que entiende. 

-En la parte fiscal dijeron hay que eliminar no el déficit primario, sino todo el déficit. Acá la ventaja es que no es un ministro que tiene que convencer a un presidente, es un presidente que está convencido de eso. Cuando el Congreso rechaza (los ajustes), el Presidente dijo bajo más el gasto, el ajuste del gasto fue siete puntos del producto en base caja.

-Este año vamos a tener el fin de la sequía y 15.000 millones más de cosecha. Tenemos 7.000 M de mejora en la balanza energética y el sector público está ajustando cinco puntos del PBI. O sea, vamos a tener un cambio entre 35.000 a 40.000 millones de dólares en la cuenta corriente. 

-La cuenta capital es confianza o desconfianza. Todos los años se van de Argentina de 20.000 a 40.000 millones de dólares. Eso se refleja en el riesgo país. Con 2.500 puntos no hay proyecto que sea rentable. Con 800 puntos comienzan a aparecer los proyectos.

-Cuando se terminen de recomponer las tarifas, lo único que  queda por recomponer son salarios y la inflación converge al dos por ciento mensual. Hay que parar la calesita, porque de lo contrario no se para la inflación.

-El ancla fiscal representó una baja de más de siete puntos del producto,  pero el gasto social aumentó con respecto al año pasado y eso puede explicar por qué le está costando movilizar a la política (los opositores).

-Mientras esté Milei, no se va a modificar la política cambiaria. Mi único interrogante es que está tan ansioso de eliminar el cepo, que capaz que llega a un acuerdo con el Fondo para conseguir plata junto con otros bancos y el Fondo no entiende economía bimonetaria. Entonces prefiero diez mil veces que no hagan un acuerdo antes de aceptar el actual pensamiento del FMI.

-La economía viene bien, pero hay que hacer las reformas estructurales y hay que pasar el test político. La no aprobación de la Ley Bases no haría fracasar el programa inmediatamente. Pero eso haría que en el exterior digan que los argentinos no están dispuestos a cambiar. Y ahí el riesgo país vuelve a subir y todo vuelve a la Argentina de siempre.

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