
Si hubiera que devaluar, ¿a cuánto?
Columna por Lic. Nancy Villarruel, Economista.
En una columna anterior prometí desarrollar las consecuencias que tendría una devaluación sobre la inflación. En una tarde de mates me surgió la idea de cómo explicarlo, gracias al queso blanco que untábamos en la tostada, cuyo precio ya superó largamente un “hornero”.
Si yo preguntara a qué valor del dólar creen que están los precios en Argentina estoy segura que la mayoría respondería “al blue”. ¿De donde sacamos eso? Algunos hemos viajado al exterior y tenemos referencias de precios. Otros visitamos tiendas on line como E-Bay y Amazon y comparamos el precio de ese producto.
Si lo convertimos los precios en pesos al dólar oficial ($250) nos parece carísimo. Si lo hacemos al dólar blue nos acercamos al valor en el exterior. Si es así, entonces una devaluación del oficial no haría mella en los precios porque de todos modos están al blue. Si nos remontamos a diciembre de 2015, el oficial se devaluó 40% y la inflación casi se duplicó al mes. Así que las intuiciones a veces son poco conducentes para sacar conclusiones.
Volvamos al valor del queso blanco. $1.400 el pote, ¿es caro? Consultando la web de un supermercado en Uruguay resultó que costaba 6 dólares. A dólares oficiales está en precio. Pero luego la charla viró hacia productos de electrónica y autos y la cosa cambió. Claramente esos precios en Argentina están al paralelo, siempre comparando los precios en el exterior.
Analizando la composición del Índice de Precios al Consumidor vemos que los rubros que están a dólar blue (ropa, calzado, etc.) pesan menos del 18% del IPC, lo que está a dólar oficial (básicamente alimentos) pesa alrededor de un 30%. El resto son servicios.
Si se diera una devaluación, un 15% a 18% de los ítems del IPC quedarían igual o incluso podrían caer, porque el paralelo empezaría a buscar confluir con el oficial. Pero el resto de los ítems aumentará.
Lo interesante es saber de cuánto será el traslado a precios, lo que se denomina pass-through. Dado que venimos de años de elevada inflación, y particularmente en los últimos meses que se ha acelerado, la economía ha ido indexándose con lo que el traslado sería elevado.
Para que un salto del tipo de cambio no genere un pass-through inmediato debería venir precedido y acompañado por un programa económico creíble, con medidas fiscales que reduzcan el déficit y anclen las expectativas y un esquema monetario serio y sostenible. De lo contrario sería agregar nafta al incendio. Stay tunned!