Te están buscando matador
Columna por Walter Giannoni.
Sergio Massa pasó por Córdoba el jueves pasado. Lo hizo en su rol de candidato a presidente por el espacio político que domina el kirchnerismo: Unión por la Patria. Él mismo aclaró que vino en esa condición aunque hay que reconocerle una habilidad mayor que la mostrada en las películas por El Hombre Araña, para vestirse en un instante con otro ropaje adentro de una cabina telefónica.
Está de más decirlo, en términos políticos es antes que nada ministro de Economía de la Nación, aunque pretenda presentarlo de otro modo. Si no quiere que se confundan los roles, debería haber pedido licencia, cosa que no hizo.
Massa asumió hace un año en esa función. En este período, llegó hasta Villa María pero nunca lo hizo a Córdoba Capital donde, se supone, está el poder político y económico de la provincia. Con la indumentaria de ministro, visitó una fábrica de mosaicos del Gran Córdoba. Pero evitó cualquier otro contacto con el empresariado industrial que pena cotidianamente la falta de divisas e insumos para la producción. Para no hacerlo se puso la ropa de candidato.
No es que Blangino no merezca la visita de un ministro, todo lo contrario, cuenta con una historia de esfuerzo y además inauguraba una importante inversión. Debieran ir los presidentes y la dirigencia política en general a esa planta a ver cómo se produce. Pero, salvo acciones puntuales con el exterior, su foco tanto en la provisión de los insumos que requiere como en las ventas en el mercado interno.
Massa podría haber aprovechado su paso mediterráneo para reunirse con los industriales que todos días buscan en él alguna señal para el acceso a divisas o la autorización de importaciones para poder seguir adelante con sus empresas. Los metalúrgicos acaban de decirlo.
No es que se hubiera llevado de regreso a Buenos Aires solo una enciclopedia de reclamos, sino que también perdió la oportunidad de explicar en primera persona cosas que dijo a la prensa y que contemplan alguna consistencia discursiva: la sequía le sacó U$S 20.000 millones al comercio exterior y hay que administrarlo a cuenta gotas.
Pero, a la Córdoba industrial y productiva, campeona en lo que precisamente necesita el país, generar dólares, Massa le contestó con otra cosa. Fue a la universidad para decir cosas incomprobables del discurso opositor y se reunió con gremios a los que coucheó para desplegar la conocida campaña del miedo de la que se nutre UPP. Con esa estrategia, el “matador” de Tigre va a enamorar a pocos en este territorio.