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Una avalancha de votos

Una avalancha de votos

Columna por Walter Giannoni.


Sergio Massa se abraza a los chicos para sacarse fotos en los actos. No quiere a nadie alrededor, ni al lado, ni arriba del escenario, ni efectuando declaraciones. Cada vez que alguno que lo respalda realiza declaraciones, su mensaje es mirado con 10 lupas.

Nada que se le parezca al peronismo puede rozarlo siquiera en la campaña electoral. Es un mensaje claro y concreto a la sociedad, a los independientes, a quienes votaron otra cosa o todavía no decidieron el voto. Los necesita con desesperación si quiere ganarle a Javier Milei.

Milei, por el contrario, va por otro camino. Dice: “Fiscalicen que los votos están”. Y no es un deseo, parece cierto. Los votos están. Son los que dejó Patricia Bullrich y en parte también los de Juan Schiaretti. El problema del libertario es ese, fiscalizarlos y sobre todo hacerlo en Buenos Aires donde Massa necesita un alud de votos para ganar la elección.

Según estimaciones de quienes evaluaron matemáticamente las dos elecciones vividas hasta ahora, el ministro-candidato necesita hacerle una diferencia de entre 10 y 14 puntos a Milei en Buenos Aires para ganar la elección. Por debajo de eso, game over.

El partido se juega en Buenos Aires, no en Córdoba. En la primera vuelta, Massa obtuvo ahí casi el 43% de los sufragios. Milei y Bullrich sumados, el 50%. Schiaretti, 3,7%. Axel Kicillof, que barrió para la gobernación, rozó los 45 puntos. 

Es decir, que para hacer la diferencia que necesita, Massa debería quedarse con gran parte del electorado de Juntos por el Cambio. Improbable en tiempos de inflación y crisis de combustibles, por más interna que haya en ese espacio con los radicales. Es lo que vio Macri antes de lanzarse a apoyar a Milei.

El libertario, en tanto, si mantiene esa proporción del 22 de agosto en el distrito principal, con los votos de Córdoba ganaría la elección.

Para colmo, el paso de Massa por Córdoba no fue bueno. Su llegada a este distrito para protagonizar un acto con el apoyo del kirchnerismo y los gremios, lo obligó a Schiaretti, a salirle al cruce fuerte y ello terminó por convalidar un voto opositor en contra del postulante de Unión por la Patria.

¿Por qué lo hace Schiaretti? En el peronismo cordobés hay dos suposiciones, ninguna certeza. Una, viejos rencores por desplantes que Massa le realizara en su momento cuando buscaban construir una alternativa al kirchnerismo. Otra, un refresh de la relación con Macri. Faltan horas.

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