
Una buena: el asombroso número de turistas extranjeros que visitan Argentina
En 2022, a Villa General Belgrano entraron 18 turistas extranjeros por cada habitante de esa ciudad. En Iguazú 11 y en Calafate, 70. Esos números podría incrementarse porque el turismo receptivo, vuela.
El turismo emisivo en junio se encontró en el menor nivel en 10 meses, siendo apenas 69% del nivel que había tenido en el mismo mes de 2019. En cambio, el turismo receptivo se encuentra en el tercer mejor registro desde que la fecha de inicio de la pandemia del COVID-19, superando en junio en 3% al registro del mismo mes de 2019.
Así lo detectó un informe del IERAL-Fundación Mediterránea elaborado por los economistas Marcos Cohen Arazi y Bautista Martina Baldi, donde se remarca que en lo que va de este año ingresaron al país más de 3.5 millones de turistas extranjeros, lo que alienta la expectativa de alcanzar los 7 millones cuando termine el año.
Además, en abril, mayo y junio, se dio un hecho inédito, que es el de tener más turistas extranjeros ingresando al país que argentinos viajando al exterior.
El turismo emisivo, por su parte, en los primeros 6 meses del año acumuló 4.5 millones de viajeros, de los cuales más de la mitad correspondieron a los meses de enero y febrero, meses en los que se registró una gran salida de argentinos a países limítrofes.
Una variable interesante para monitorear, en este sentido, es el cociente entre emisivo y receptivo. Cuando los incentivos son adversos (problemas de competitividad cambiaria), este cociente se hace elevado. Así, en los años 90 el indicador estuvo cerca de 2 (promedió 1,7), es decir que salían dos argentinos por cada extranjero que venía a hacer turismo al país.
Esa situación se niveló con la salida de la convertibilidad y el inicio de un periodo de tipo de cambio más elevado, en especial hasta el año 2008. Luego, con el advenimiento de procesos de atraso cambiario y distorsiones varias al mercado de cambios, volvieron a manifestarse cocientes más elevados (2012-2020 promedió 1,4).
En lo que va de 2023, por cada turista extranjero que arribó al país, se han registrado un promedio de 1,3 viajeros argentinos al exterior, y este indicador posiblemente tienda a disminuir a medida que nos acerquemos al final del año.
En cuanto a los que llegan, mientras el turismo de países limítrofes está 12% por encima del nivel previo a la pandemia, el turismo no limítrofe se encuentra 20% por debajo. El mejor registro del turismo receptivo de países limítrofes se manifestó en mayo pasado, cuando la cantidad de visitantes fue 24% superior a la del mismo mes de 2019.
Tras la pandemia y según datos provistos por el Indec, en 2022 los ingresos totales por motivos de viajes fueron de U$S 3.474 millones. Esta cifra es un 19% menor al promedio de ingresos entre 2006 y 2022. Sin embargo, el 2023 comienza a mostrar signos de recuperación, de la mano del retorno de un buen ingreso de turistas, como fue analizado. Los ingresos del primer trimestre ya fueron 5% superiores a los de igual trimestre de 2020 (tomar en cuenta que en el primer trimestre casi no hubo impacto de la pandemia aún).
En cuanto a las proyecciones, un primer escenario permite estimar que los ingresos turísticos de 2023 alcanzarían los US$ 4.900 millones. Un escenario más optimista bajo determinadas variables marca que los ingresos de turismo receptivo alcanzarían los US$ 5.600 millones. En cualquiera de estos dos escenarios, la generación de divisas se encontraría por encima de la que se evidenció en el promedio de los últimos 17 años, y muy posiblemente se superaría la cantidad de dólares generados en 2019.
En suma, en 2023 el turismo extranjero en el país generaría entre U$S 94 millones y U$S 109 millones por semana, dando un fuerte impulso a la cadena de valor turística de las regiones en donde se desarrolla la actividad.
En muchas ciudades turísticas la cantidad de viajeros internacionales que llegan por año puede superar ampliamente a la cantidad de habitantes. A modo de ejemplo, en Calafate en 2022 ingresaron alrededor de 70 turistas internacionales por habitante, mientras que en Villa General Belgrano 18 y en Iguazú 11 (ambos por habitante).